El medio rural se escribe en femenino, pasado y futuro

La Diputación de León entrega este domingo en Carrizo de la Ribera el Premio Mujer Rural, un galardón que reconoce el trabajo emprendedor y la dedicación de la mujer en la provincia leonesa

15/10/2023
 Actualizado a 15/10/2023
Paula Fernández y Sara Celia García. | L.N.C.
Paula Fernández y Sara Celia García. | L.N.C.

Trabajo, ilusión y amor por el pueblo. Sesenta y un años de vida separan a Sara Celia García y a Paula Fernández, pero sus inquietudes, valores, y hasta su trayectoria, son los mismos. Estas dos mujeres –berciana, de Igüeña, la primera, y de Sahechores de Rueda la segunda– han sido reconocidas con el Premio Mujer Rural 2023 que otorga la Diputación de León: Sara Celia, de 89 años, en la categoría de ‘Tradición y Desarrollo Rural’ y Paula, con 28 años, en la de ‘Innovación y emprendimiento en el medio rural’. Este galardón destaca el trabajo para impulsar sus proyectos y la dedicación de la mujer en la provincia leonesa, algo que conocen y reconocen con creces estas dos mujeres premiadas. Este 15 de octubre, Día Internacional de las Mujeres Rurales, recogerán esta insignia en un acto en Carrizo de la Ribera, en el que seguro descubrirán todo lo que tienen en común para hacerse merecedoras de este galardón. 


Aunque su primer trabajo fue "sirviendo" cuando tenía siete años, Sara Celia comenzó a desarrollar su negocio en la veintena, algo que también hizo Paula hace cinco años. El caso de la berciana fue casi anecdótico: "Venían a Igüeña los viajantes de Bembibre o de Ponferrada a vender a los bares que había en la zona y siempre lamentaban tener que ir a comer a otro sitio", cuenta, "entonces un día se me ocurrió decirles que si querían yo les daba un plato de cocido y un filete, y así lo hice". En aquel momento, el marido de Sara Celia tenía una carnicería pequeña y después alquiló un local para montar una pequeña tienda. Cuando Sara Celia comenzó a cocinar para los trabajadores, se corrió la voz y tuvo que encontrar un lugar más amplio para acoger a sus nuevos comensales: un hotel con restaurante. Sara Celia y su marido crearon así un alojamiento que contaba con doce habitaciones y también un restaurante para todos sus clientes. Esto, junto a la carnicería y a la tienda de ultramarinos, hizo que la familia de esta berciana construyera un complejo hostelero en la zona que se mantuvo "sin descanso ni vacaciones" hasta que se jubiló. "Cuando la zona tenía mucho movimiento lo regentábamos entre toda la familia y también algunas empleadas, pero al terminar la actividad minera comenzamos a tener menos público y mis hijos se fueron a trabajar a León y a Ponferrada", explica Sara Celia. Esta situación, unida a la enfermedad de su marido, hicieron que sus locales terminaran cerrando hace unos años.


La historia de Paula está compuesta también por varios proyectos. Además de la Quesería Abuelo Aitalas y el Aitalas Restaurante, el negocio que la joven y su familia tienen en Sahechores de Rueda incluye un espacio para el descanso y el turismo activo alrededor del lago. Su idea de negocio, en cambio, fue meditada durante varios años. "Cuando estudiaba Turismo en la universidad dudaba en apostar por el proyecto o trabajar de lo que había estudiado", explica. Finalmente se inclinó por el medio rural, un entorno de sobra conocido para ella y que le aporta toda la satisfacción que necesita: "Cada vez estoy más segura de querer quedarme aquí". El instinto le ha llevado hacia el éxito –su negocio goza de buen reconocimiento en la zona y ha emplea a 30 personas en temporada alta–, aunque los comienzos no fueron tan sencillos. "La carga de trabajo y la responsabilidad que conllevaba era algo que desconocía, tenía que estar continuamente aprendiendo", recuerda Paula. Y es que, la joven lidió en su día con pequeñas luchas internas y reconoce que se debe a que "la sociedad nos hace creer que vamos a ser menos capaces, las mujeres no crecemos pensando que nos vamos a comer el mundo".

 

Bien rodeadas


Tanto Sara Celia en su día como ahora Paula trabajan bien rodeadas y, por eso es de su familia de quienes se acordaron en el momento en que les comunicaron que recibirían este domingo el Premio Mujer Rural. "Pensé en mi marido, que falleció hace poco más de un año, y también en mis hijos", explica Sara Celia, quien además, entre risas, detalla que la noche en que se enteró "no pude dormir de pensarlo, nunca me han dado uno".


No es este el caso de Paula, quien recibió el pasado año el Premio Secot Excelencia -Fundación Repsol en la categoría de ‘Mujer Emprendedora’. Sin embargo, este galardón provincial también lo acoge "con muchísima ilusión" y pensando, sobre todo, en sus padres y en su hermano: "Somos una empresa familiar y considero que todo lo que reciba yo es de los cuatro".


Las trayectorias de Sara Celia y Paula comparten similitudes y seguro que una buena ristra de anécdotas que compartir sobre su experiencia en el medio rural al que en su día decidieron dedicar su vida, en el que se criaron "y me gusta", como a Sara Celia, o en el que han aprendido a "apreciar mucho todas las cosas de las que podemos disfrutar", como le ocurre a Paula. Tampoco hay que buscar muchos más porqués.

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