Este domingo cae la última hoja del calendario de 2023 y es un buen momento para hacer balance de lo que ha supuesto para la ciudad de León un año con dos citas electorales y marcado por la ejecución de los proyectos con fondos europeos. Además, el alcalde valora los proyectos acometidos y pendientes tanto de la Junta como del Gobierno, descarta la privatización de la limpieza e insiste en abrir la puerta del equipo de gobierno a la UPL.
– Acaba el año en el que ha revalidado su cargo en las urnas y ha mejorado sus resultados, pero no tanto como para dejar de gobernar en minoría…
– Efectivamente, ha sido un año marcado básicamente por los procesos electorales, tanto por las municipales como por las generales, que han tenido también mucho que ver en el desarrollo de la actividad política. Hemos tenido una interinidad en el Gobierno de España hasta hace muy pocas semanas y eso ha hecho ha hecho que este segundo semestre haya sido complicado para el avance de algunos proyectos. Pero en general ha sido un año bastante positivo, porque el resultado electoral nos ha permitido iniciar un segundo mandato para seguir desarrollando el proyecto de ciudad que estamos llevando a cabo. Y también ha sido positivo porque los fondos europeos nos han permitido realizar algunas actuaciones que habrían sido muy complicadas sin ese apoyo a la hora de financiarlas. Creo además que este año se ha avanzado en algunas cuestiones que son importantes para León y para los leoneses.
– ¿Cuáles son esas cuestiones?
– Se ha avanzado en la cuestión leonesa. Por mucho que se diga o se comente que esto está igual que hace muchos años, creo que cada vez hay una mayor sensibilidad por parte de todos los colectivos de la sociedad en relación con este tema y eso es muy importante. Más allá de que sepamos que es un camino muy largo sin que sepamos si podremos llegar a la meta, la cuestión leonesa ha dejado un poso importante en la ciudadanía. Además, este año ha permitido consolidar el proyecto que estamos impulsando para contar con una ciudad mucho más moderna, sostenible y de oportunidades. Seguimos avanzando en el desarrollo de suelo industrial, que es esencial para el futuro de León. Y por todo ello creo que ha sido un año bastante positivo. Siempre hay algunas lagunas, cosas que nos habría gustado hacer y finalmente no se ha podido, pero ahora tenemos otro mandato por delante para seguir avanzando.
– Estamos en un momento clave en lo que se refiere a la ejecución de proyectos con los fondos europeos tanto de la Edusi como de recuperación. ¿En qué punto se encuentran? ¿Hay riesgo de que se pierda alguna subvención por los retrasos que acumulan algunos de ellos?
– La Edusi ‘León Norte’ está casi completada. Los plazos y las prórrogas se han agotado y hemos ejecutado prácticamente todos los proyectos previstos, aunque quizá corramos el riesgo de perder una subvención que teníamos para la ronda interior como consecuencia de las dificultades que estamos teniendo en el expropiatorio con dos o tres inquilinos en concreto. Con respecto al resto de proyectos, creo que no hay ninguno con problemas de este tipo, puesto que se siguen ejecutando y se van solicitando las prórrogas necesarias, porque la situación que está teniendo León es la misma que en prácticamente toda España con dificultades en la contratación y la ejecución de las obras. Por eso, si fuesen taxativos con las fechas iniciales, creo que prácticamente nadie podría completar los proyectos. Además, estamos iniciando otros muchos proyectos con nuevas líneas de subvenciones que nos han adjudicado. Estamos entre las ciudades que más subvenciones europeas están captando para proyectos de modernización y eso va a ser muy importante para León.
– Uno de esos proyectos es el de las Zonas de Bajas Emisiones, que en algunos casos se han convertido en peatonalizaciones que han despertado algunas quejas sobre todo por los problemas a la hora de aparcar…
– El centro de la ciudad demanda zonas que se ganen para los peatones, para la actividad cultural o de ocio. No es sólo León, sino que se está haciendo en la práctica totalidad de las ciudades importantes que quieren estar bien posicionadas de cara al futuro. Es cierto que, cuando se realizan actuaciones de peatonalización, pueden producirse algunas molestias en el tema del aparcamiento. Los vecinos lo han pedido mayoritariamente y están contentos con la peatonalización. Y en el comercio no hay una reacción contraria como hubo hace unos años con Ordoño. Son conscientes de que es positivo, pero ven ese hándicap del estacionamiento. Es verdad que estas actuaciones han reducido plazas para aparcar. Son un centenar aproximadamente y hay en la zona un parking subterráneo que tiene capacidad suficiente para asumirlas durante prácticamente todos los días de la semana. Por lo tanto, no es el principal problema de la actuación, aunque es cierto que en general León necesita nuevas zonas de estacionamiento. Vamos a ver si somos capaces de llegar a un acuerdo con la Diputación para desarrollar el aparcamiento de Santa Nonia, que sería esencial para la movilidad en el centro de la ciudad. Y también estamos trabajando en otras áreas como la avenida de Asturias y en otros proyectos de futuro zonas como el Palacio de los Deportes y Sáenz de Miera, que se convertirán junto a algunas otras en aparcamientos disuasorios con regulación que se complementen con el préstamo de bicicletas y con el transporte público.
– ¿Cuál es su postura sobre el parking de Santa Nonia?
– Lo más lógico, ágil y eficiente sería llegar un acuerdo con la Diputación para la cesión de la parcela con ese objetivo y con unas condiciones que se fijarían en el correspondiente convenio. Creo que sería el mejor camino para desbloquear ese parking que lleva así mucho tiempo. Lo ideal sería hacer un parking en altura, porque además encajaría perfectamente en el entorno, entre la Biblioteca Pública y el Conservatorio. La capacidad dependería de lo que permita el PGOU, pero en todo caso sería una buena solución para la ciudad y también para la provincia, porque al final las plazas de estacionamiento las usa sobre todo la gente del alfoz y de otros municipios que se acercan a la ciudad.
– A los problemas de aparcamiento se sumará tarde o temprano la reforma del de San Marcelo cuya concesión ha vencido y la empresa no abona ni un euro mientras sigue haciendo negocio. ¿Cuándo cree que podrá comenzar la obra teniendo en cuenta que no parece que haya consenso político?
– Hay que afrontarlo ya, porque la concesión está más que vencida y seguimos en precario. No puede mantenerse más esta situación y espero que a lo largo del mes de enero, o en febrero a más tardar, podamos llevar a pleno el expediente. Sé que no va a haber un consenso político amplio, porque hay alguna formación que ya ha dicho claramente que apuesta por la municipalización. Yo creo que no es el modelo de gestión adecuado para este parking. Y no sólo por la inversión que precisa la obra, sino también por lo que es la propia gestión posterior de un aparcamiento subterráneo. Ni es algo a lo que se dedique el Ayuntamiento, ni pienso que deba empezar a hacerlo. Lo ideal es una concesión para que las empresas hagan la inversión y tengan la explotación durante 25 años mientras las arcas municipales reciben un canon, algo que no ha ocurrido en la historia de este aparcamiento. La obra va a generar un problema de plazas de aparcamiento, pero va a ser una buena solución para la ciudad. Son los inconvenientes que generan las obras. Cuando vamos a otras muchas ciudades y hay calles cortadas, nos tenemos que buscar la vida y eso es lo que nos va a pasar en este caso a León, pero las obras siempre son para mejorar, porque vamos a tener un parking más moderno.
– ¿Mantiene su plan para remodelar también la plaza?
– Sí. Tenemos que estudiar las diferentes propuestas que nos hagan los licitadores sobre el diseño de la plaza. No creo que necesariamente haya que ser muy rupturista con lo que hay ahora mismo, pero sí que hay que salvar cuestiones de accesibilidad que creo que pueden mejorar claramente el entorno.
– ¿Confía en convencer al PP para sacar adelante el proyecto tras apostar UPL por la municipalización?
– Sí, confío en convencer al PP. En las conversaciones que he mantenido con ellos, nunca les he visto demasiado alejados de esta posición, pero bueno, la política es la política.
– Siguiendo con el centro, en su hoja de ruta está remodelar la calle Ancha, el entorno de la Catedral, la plaza Mayor y parte de Santo Domingo. ¿Por dónde empezará y cuándo se darán los primeros pasos?
– Ahí vamos a intentar ejecutar la plaza Mayor con el 2% Cultural. No va a ser sencillo que nos lo concedan por el contexto histórico de la propia plaza, pero entonces tendremos que afrontarlo con recursos propios. Y la calle Ancha, que también requiere una remodelación urgente, vamos a intentar ejecutarla a través de un convenio con la Junta a través de Somacyl en el marco de algunas de las actuaciones vinculadas a la red de calor. Trataremos de buscar un acuerdo.
– ¿Qué plazo se marca para todas estas actuaciones?
– El tiempo en una institución es difícil de fijar, porque todo es demasiado lento y requiere demasiado procedimiento, pero a mí si me gustaría que a lo largo del año 2024 pudiéramos tener bien claro y definido el proyecto de la calle Ancha. Y si pudiéramos iniciarlo, mejor, pero este año tiene que ser en el que quede perfectamente definido el proyecto de la calle Ancha, San Marcelo y la plaza Mayor. ¿Por qué? Porque las obras tardan tiempo y son complicadas, por lo que luego no nos daría tiempo a completarlas.
– Y alejándonos del centro, ¿cómo valora la gestión realizada en los barrios?
– No es difícil comprobar que los barrios nunca habían tenido tanta inversión como la de los últimos cuatro años. Hemos invertido casi 35 millones de euros en nuestros barrios. Y bien invertidos, porque eran muy necesarios, pero vamos a seguir apostando por mejorarlos aún más. Es cierto que las obras más emblemáticas, las de mayor coste y las más visibles son casi siempre las que se hacen en el centro, porque también debemos mantenerlo y porque es parte fundamental de nuestro orgullo por vivir aquí y también es importante como atractivo turístico y cultural, pero nuestra apuesta por los barrios va a seguir ahí y vamos a seguir invirtiendo y mejorando su mantenimiento para que los ciudadanos se sientan orgullosos de vivir en cualquier zona de la ciudad.
– Pero hay barrios que son bastante reivindicativos, como es el caso de La Lastra o el Húmedo…
– El casco histórico es una zona de quejas que también son históricas por parte de sus vecinos. Todos las comprendemos, porque es una zona en la que la convivencia es muy complicada en la que se concentra la práctica totalidad del ocio nocturno y eso conlleva serias dificultades para los vecinos. Más allá del cumplimiento de las normas de los locales en cuanto a horario de cierre, aforo e insonorizaciones, que desde el Ayuntamiento procuramos que exista, resulta muy complicado mantener el silencio en la vía pública que requiere el descanso de las personas. Sólo con que la gente en sus movimientos hable como nosotros estamos hablando ahora mismo ya hace que sea muy complicado. Me he reunido muchas veces con los vecinos y lo voy a hacer de nuevo porque ha cambiado la directiva de la asociación y trataremos de incidir aún más en el cumplimiento de esas normas de las que antes hablaba. Es nuestra obligación, aunque luego tenemos algunas dificultades a la hora de sancionar, porque por ejemplo el horario es una competencia autonómica y, si no se procede adecuadamente, la denuncia puede quedar sin ningún efecto. Y respecto al barrio de La Lastra, los problemas derivan en muchas ocasiones de malos entendidos. Algunos vecinos piensan que el barrio de La Lastra es lo único que existe en la ciudad. Me parece muy bien, porque cada uno debe tirar para lo suyo, pero hay que entender que es uno de los últimos barrios que se ha desarrollado en la ciudad frente a otros que son históricos y han estado abandonados durante años con los problemas que ello genera. En todo caso, se han invertido más de 800.000 euros en La Lastra durante el pasado mandato. Y se van a seguir haciendo cosas, porque tienen mi compromiso, como he expuesto esta semana en sesión plenaria. Evidentemente, no todo va a estar a gusto de todo el mundo, pero no es sólo cuestión de las inversiones, sino que hay veces que haces algo que a unos vecinos les gusta y a otros no. Por eso surgen estas discrepancias y estos problemas, pero me parece lógico que la gente proteste, porque es lo que tiene que hacer, protestar si algo no le gusta.
– Una de las quejas más recurrentes es la de la limpieza y por eso han encargado ya una auditoría sobre el servicio, pero ¿está descartado volver a la gestión privada?
– Sí. Sería muy difícil de justificar ahora mismo la gestión privada después de que hace una década se municipalizara el servicio. Esa decisión supuso un ahorro muy importante para el Ayuntamiento, pero también una merma muy importante en la calidad del servicio con respecto a la etapa de la gestión privada. Hemos ahorrado mucho, pero la calidad se ve afectada. En todo caso, no nos planteamos volver a ese modelo ni por cuestiones presupuestarias, ni porque me parezca lo más correcto ahora mismo, porque el servicio municipal de limpieza está haciendo un buen trabajo. Es más bien una cuestión de responsabilidad nuestra a la hora de dotarles de más y mejores medios mecánicos, porque hoy en día en las ciudades las labores de limpieza se realizan prácticamente en su totalidad con máquinas y León tiene un déficit en este sentido. Incorporamos el mandato pasado tres fregadoras para las aceras porque sólo había una para toda la ciudad y cuatro sigue siendo una cifra ridícula para que de verdad sean efectivas. Por eso vamos a seguir invirtiendo en mejorar esos medios mecánicos dentro de nuestras posibilidades presupuestarias y también en cumplir el compromiso que se firmó con la municipalización en lo que a integrantes de la plantilla se refiere, aunque estamos ya casi en esas cifras. Con eso y con una mejor organización, que para eso hemos encargado la auditoría, estamos seguros de que mejoraremos la limpieza de la ciudad. En todo caso, creo que ya ha ido mejorando en los últimos meses, porque hay que ser conscientes de que en verano tenemos problemas de personal muy importantes.
– Uno de sus proyectos de futuro es el polígono industrial de Puente Castro. ¿Cuándo cree que podrá comenzar a desarrollarse? ¿Está claro cómo se va a desarrollar y a comercializar?
– Es mi proyecto estrella. Y no por mí, sino porque estoy convencido de que de este polígono depende el futuro de León. Iniciaremos las expropiaciones con los remanentes del año que termina, de los que destinaremos no menos de cuatro millones de euros a hacernos con los terrenos. Creo que en algo más de un año estará listo ese expropiatorio, porque son muchos pequeños propietarios con los que hay que llegar a un acuerdo. Luego decidiremos cómo vamos a desarrollar el polígono, si será directamente, a través de un convenio con la Junta, que es quien tiene la competencia en esta materia, o mediante las propias empresas que ya han mostrado su interés en instalarse y que podrían ejecutar el desarrollo urbanístico de sus parcelas.
– Este polígono se suma a las ampliaciones que la Junta impulsa en el Parque Tecnológico y en Villadangos. ¿Por qué cree que se están dando tanta prisa en sacar adelante estos y otros proyectos que tenían pendientes?
– En el caso del Parque Tecnológico no se han dado tanta prisa, porque han pasado más de cinco años desde que se aprobó en las Cortes, pero me quedo con lo positivo y pienso que mi insistencia como alcalde y la ventaja de tener a Juan Carlos Suárez-Quiñones como consejero de Fomento cuando se pudo desbloquear este proyecto han ayudado, además de la comprensión del propio presidente Mañueco. El Parque Tecnológico estaba saturado y fue consciente de la necesidad de ampliarlo, por eso estoy contento con el cumplimiento de la Junta en esta materia. También creo que la ampliación de Villadangos es importante, porque todo lo que sea ganar suelo industrial en la provincia acaba repercutiendo en la ciudad. Y estoy convencido de que con el tiempo se acabará desarrollando el polígono de Torneros.
– Ahí sí que no se dan prisa…
– No, es verdad que ahí prisa no ha habido nunca. Ni prisa, ni entendimiento, pero esperemos que también pueda ser una realidad.
– Pero Torneros no es el único proyecto estatal pendiente en León y usted se ha mostrado siempre muy reivindicativo pese a que gobierna su propio partido. ¿Teme que haya represalias?
– No. Hay cosas que algunos no entienden, quizá porque nunca han sido reivindicativos con los suyos. El PP de León nunca ha reivindicado nada cuando han estado gobernando en España. Quizá en otras épocas sí lo hayan hecho, pero la verdad es que yo nunca les he escuchado exigir nada. Por eso no lo entienden, no entienden que el Gobierno valora que sus alcaldes sean reivindicativos. Y lo valoran porque los alcaldes tienen que defender ante todo los intereses de sus ciudadanos y de su tierra. Es nuestro deber y por eso lo valoran. Creo que los proyectos pendientes para León, como son la ampliación de San Marcos, el Teatro Emperador, el soterramiento del cruce de la Granja, la ronda noroeste, la llegada del tren-tranvía de Feve y la segunda fase de la integración del AVE, están todos sobre la mesa, algunos más avanzados y otros menos, pero están sobre la mesa. En el caso del Teatro Emperador, espero que no tardando mucho haya noticias concretas y muy buenas. Y en cuanto a San Marcos, hay un compromiso, pero quiero verlo en los presupuestos. Hay una nueva presidenta en Paradores y espero hablar con ella lo antes posible para abordar el asunto. Sobre el cruce de La Granja, confío en que la obra se licite en la primera mitad del año. Y en cuanto a Feve, la urbanización sigue avanzando, aunque tenemos que hablar con Renfe para buscar de una vez por todas una solución eficiente que permita la llegada del tren-tranvía hasta Padre Isla. Finalmente, es cierto que la segunda fase de la integración del AVE nos llevará tiempo, porque requiere modificaciones urbanísticas complejas, pero existe voluntad e interés, porque hay unos aprovechamientos comerciales que beneficiarían a Adif.
– Pero la verdad es que en las primeras intervenciones del ministro Puente no se le ha visto muy partidario de invertir a corto plazo en León…
– El ministro Puente nunca ha sido muy partidario de León. No es sólo ahora, sino que en realidad nunca lo ha sido. No entiendo su postura, porque es ministro de todos los españoles y no debería hacer valoraciones como las que hace. Soy consciente que es su firma de ser y de actuar, pero tampoco nos va a lastrar de ninguna manera. Ha habido otros muchos ministros del PSOE y del PP que no decían lo que dice Puente y tampoco han hecho prácticamente nada en León. No echemos sólo la culpa a Puente, porque además estoy seguro de que algunos de estos proyectos pendientes se van a hacer realidad.
– ¿Cómo valora el trabajo de los grupos de la oposición?
– Hablando en términos generales, sin entrar a valorar cuestiones concretas, creo que están haciendo una oposición responsable. La UPL decidió mantenerse fuera del equipo de gobierno, pero sigue manteniendo una actitud responsable y anteponiendo en muchas ocasiones los intereses generales a los partidistas. No siempre, pero sí en la mayoría de las ocasiones y eso es muy de agradecer. Y en el caso del PP, ocurre un poco lo mismo. Al final, aquello que todos entendemos que es positivo para León sale adelante por unanimidad y en temas que tienen más debate y encontronazo político, pues no estamos de acuerdo, pero la oposición realiza su labor y yo no soy el mejor para valorarla. Yo querría que todo saliese fácilmente, pero ellos tienen que hacer su labor de control y fiscalización y siempre lo hacen con educación, con corrección y con propuestas en muchos casos.
– ¿Sigue abierta la puerta del equipo de gobierno para la UPL?
– La puerta lleva abierta desde el primer día. Estaba ya durante el pasado mandato, pero tras las elecciones quedó claro desde el primer día. Me gustaría, porque es una oportunidad muy buena para ellos de poder mostrar ante su electorado y ante el resto de la ciudadanía su capacidad de gestión y de sacar proyectos adelante. Creo que deberían entrar, pero no es mi casa y sólo puedo decir que la puerta sigue abierta.
– Desde fuera se nota más tensión con la UPL que hace unos meses por esa negociación para entrar en el equipo de gobierno, por las privatizaciones y por la polémica de las mociones sobre la amnistía y la autonomía leonesa…
– Yo no hablaría exactamente de tensión. Es cierto que hay algunos puntos de discrepancia, como es el caso del debate entre municipalizaciones o privatizaciones. Ellos abogan ahora por municipalizarlo todo, el transporte público, el aparcamiento de San Marcelo… Les ha entrado la vena municipalizadora y a mí me ha entrado la vena de gestor de ciudad, que es lo que soy a la hora de buscar lo mejor para León, pero son discrepancias que tampoco van a más. Y también es cierto que en los temas leonesistas hay un poco de tirantez. La UPL siempre ha llevado esa bandera y yo siempre he dicho que es una bandera de todos. Creo que todos somos leoneses y que la gran mayoría defendemos esa posibilidad de lograr la autonomía, pero entiendo que eso les pueda incomodar en algunas ocasiones. Y yo creo que debería ser al revés, porque siempre harán más fuerza dos que uno.