Otro verano sin agua potable

En Veguellina de Fondo piden al Ayuntamiento que solucione esta situación, que acarrean desde hace ya tres años, instalando una desnitrificadora

Patricia Ferrero
27/07/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Imagen del caño de Veguellina de Fondo. | L.N.C.
Imagen del caño de Veguellina de Fondo. | L.N.C.
Veguellina de Fondo –municipio de San Cristóbal de la Polantera– no tiene agua potable por superar los valores de nitratos. Así lo relatan los vecinos, que admiten estar «cansados» ya de esta situación, dado que es el tercer verano conscutivo que se enfrentan a esta problemática que afecta al día a día de los habitantes del pueblo leonés. Y es que, el agua que tienen «no sirve ni para beber, ni para cocinar y tampoco para fregar los platos si no se secan», manifiesta el presidente de la junta vecinal de Veguellina, Pedro Fernández. Esta problemática deriva de las fertilizaciones de los cultivos, que afecta al agua, y el pedáneo sostiene que esta situación se podría revertir con la instalación de una desnitrificadora, como ya se hizo en otra de las localidades de este municipio, Matilla de la Vega, cuyos valores están actualmente rondando el 32%. No es el caso de Veguellina, que tras el análisis realizado por el propio pueblo se ha demostrado que los valores superan el 58%, siendo de 50 miligramos por litro el límite establecido por la OMS.

Desde la junta vecinal, asegura Fernández, se ha solicitado al Ayuntamiento de San Cristóbal, en marzo, la instalación de una desnitrificadora, a cuenta de la partida derivada de los Planes Provinciales de la Diputación, que dejó más de 230.000 euros en el municipio. «Incluso propusimos sustituir esta obra por otra de una acera, porque nos parece que es más importante. Y es que, el pueblo de Veguellina de Fondo llega a congregar en algunas fechas estivales a más de 200 personas. Además, todos los veranos contaban con «un campamento que traía a unos 100 chavales. Este año no han venido, algo normal porque les afecta mucho esta situación».

Estos vecinos, cuenta el presidente del pueblo, tienen que recurrir al agua embotellada o a fuentes de otras localidades, puesto que la de Veguellina no se puede utilizar. Además, el caño permanece cerrado dado el alto contenido de arsénico. Esta situación ha desembocado en una «indignación» generalizada por parte de los habitantes de esta pedanía, que piden de forma continuada soluciones al Ayuntamiento. Fernández ha insistido en que los mayores damnificados son los niños, aludiendo al denominado síndrome del bebé azul, que se produce en los menores de cuatro meses que consumen aguas contaminadas, ya que la nitrosamina que producen los nitratos es cancerígena.

El representante de la junta vecinal mantuvo ayer mismo una reunión con la Diputación y una delegación de la Junta para ponerles al corriente de la «grave» problemática a la que se enfrentan cada verano desde hace tres años. Según Fernández, la Diputación sostiene que es el Ayuntamiento el que tiene recurrir a la Institución Provincial. En cuanto a la Junta, ha pedido un informe de la calidad del agua de la localidad, por lo que el pedáneo achaca la responsabilidad al Ayuntamiento de San Cristóbal.
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