"Nos hace falta un plan estratégico en turismo y agroalimentación"

Beatriz Escudero, consejera delegada de Pharmadus

Mar Iglesias
20/10/2016
 Actualizado a 16/09/2019
Beatriz Escudero en la sede de Pharmadus en Camponaraya. | M.I.
Beatriz Escudero en la sede de Pharmadus en Camponaraya. | M.I.
Está señalada con el aplauso de su cuna.Beatriz Escudero es la empresaria modelo en la que todos los ojos quieren verse y ella lo agradece de la mejor manera, como hace ahora que pregona las Jornadas Gastronómicas del Bierzo, poniendo sobre la mesa cuál cree que puede ser el camino de futuro de la comarca que ama.

- ¿Qué supone el reconocimiento ahora de pregonar las XXII Jornadas Gastronómicas del Bierzo?
- Lo que supone es un agradecimiento tremendo por mi parte. Que desde tu casa y el sitio en el que vives te reconozcan así te llena mucho. Soy muy afortunada. Es algo que tiene una parte muy especial para mí, por mi vinculación con las jornadas. Mi primer trabajo fue en el Hotel Bergidum, en turismo y allí tuve la oportunidad de participar en ellas desde la organización. Ahora lo vivo desde el otro lado y me hace mucha ilusión.

- Ha participado en turismo y agroalimentación ahora, justo las dos claves de futuro que se le presumen al Bierzo ¿o no está de acuerdo con ello?
-No lo tengo claro. En cuanto a recursos que tenemos está claro que sí.Tenemos terreno, condiciones, un patrimonio cultural impresionante y sí parece que tenemos todos los tesoros posibles para crear riqueza y fijar población, que es el mayor reto que tenemos.Es algo que nos debería preocupar mucho, porque nos quedamos sin gente. Si vemos nuestras posibilidades reales, la agricultura que tenemos es de subsistencia. No nos dedicamos de verdad a ella.En turismo no tenemos un producto establecido y no tenemos formación ni grandes profesionales para tirar de ello. Nos falta un plan estratégico en ambos sectores.Sobre todo, también tenemos que salir de esa desconfianza de la gente. Nos cuesta mucho unirnos.Tenemos recursos para el futuro, pero no tengo claro que estemos preparados para asumirlo.

- ¿Nos cuesta hacer Bierzo y luchar por esa marca ?
- No hemos conseguido crear esa marca aún. Tenemos que dotarla de contenido.Me encantaría que la parte social y las administraciones se dieran la mano y se preguntaran qué somos y qué tenemos de tangibles y también de intangibles. Qué tenemos que no tienen en otros sitios. Si nos pudiéramos sentar todos y poner sobre la mesa lo mejor que sabemos hacer y lo que tenemos, cambiaría y crearíamos algo con un propósito que ahora no tenemos.

- ¿Hay que cambiar el rumbo entonces, o vamos dando pasos en una línea lenta pero acertada?
- Hoy no tenemos un objetivo y nos hace falta.Estamos en shock, porque nos han metido muchas bofetadas. Pero lo básico ahora es pararse, con generosidad por parte de todos, y analizar la situación. Y hay que hacerlo pronto, porque el tiempo nos come.

- Sobre la mesa somos ricos en producto. Supuramos marcas de calidad, pero, tal vez nos falte la de las infusiones que nacieron en esta tierra...
- Nuestra vinculación con esta comarca es porque son nuestras raíces. Mi padre y mi tío empezaron en Salientes. Aquí se cultivan pocas plantas para la utilización que nosotros le damos, pero, lo que realmente nos aporta es la gente.El equipo que tengo es impresionante y nos permite seguir adelante con nuestros valores y con nuestra forma de trabajar rigurosa e innovadora. Hemos intentado aportar valor a algo básico y simple y en la transformación lo consigue.Es algo que muchas Marcas de Calidad no hacen, aportar esa transformación, que hacen otros fuera. Si no la tenemos, nos cuesta más dar riqueza a lo nuestro. Tampoco ayuda tener producciones pequeñas a la hora de exportar, porque te suelen pedir una producción.Eso es lo que nos falla.El reto está en que las personas piensen de otra manera. Nos hemos dedicado a la minería y a la pizarra mucho tiempo, pero tenemos que abrir los ojos y atrevernos a hacer cosas.

- ¿Tal vez ese sea el ejemplo que debe seguir el Bierzo?
- Dentro de la humildad, creo que la idea de coger algo sencillo, muy esencial, nuestro y aportarle un valor diferencial puede ser lo que necesitemos. Hay mucho trabajo detrás, y también saber qué busca el cliente y como presentárselo, porque hay que tener en cuenta que algo, además de ser bueno tiene que ser bonito. Hay mucha ilusión y pasión detrás de lo que hacemos y eso también lo necesitamos en la comarca. Nos falta imaginación en el Bierzo para presentar cosas distintas. Tenemos que confiar para que la gente se atreva y piense cosas diferentes.

- En ese espíritu innovador por el que apuesta acaba de presentar un proyecto que vuelve a unir turismo y agroalimentación con ‘la mesa más bonita del mundo’ para potenciar el hayedo de Busmayor, ¿le seguirán otros proyectos de ese tipo?
- Siempre estamos innovando y nunca potenciamos ningún proyecto aislado. Con este hemos intentado llamar la atención sobre un rincón que hemos visto que se desconocía incluso por la gente de cerca, pero habrá más rincones impresionantes. Conozcamos, creamos en ello y atrevámonos a hacerlo y a contarlo fuera, esa es la clave. Es fundamental que aprendamos a poner en valor lo nuestro para cuidarlo y respetarlo.Tenemos que ver también lo que se hace fuera y después volver para ponerlo en práctica.Y hay que arropar a proyectos que funcionan y que se llevan bien, como LM, que creo que es un ejemplo a seguir.
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