No hay edad para compartir piso en la Universidad de León

La ULE fomenta la convivencia de jóvenes y mayores en un programa de alojamiento

L.N.C.
22/06/2018
 Actualizado a 14/09/2019
Isidoro Martínez, Alba Calonge, Nila Aller y Beatriz Abella. | L.N.C.
Isidoro Martínez, Alba Calonge, Nila Aller y Beatriz Abella. | L.N.C.
Compartir piso no se reserva a los estudiantes de fuera de la ciudad que llegan buscando un lugar donde vivir con la esperanza de encontrar buenos compañeros. A la Universidad de León (ULE) se puede llegar sin amistades previas, pero ya muy bien encauzadas, con garantías de total responsabilidad y con la seguridad de encontrar absoluto respeto.

El programa de Acercamiento Intergeneracional de la Universidad de León (ULE) oferta un año más su iniciativa de ‘Alojamiento Compartido’, una propuesta que trata de impulsar un ambiente familiar al estudiante universitario que necesita de un alojamiento durante el curso académico y pretende facilitar la convivencia entre dos generaciones: los jóvenes y las personas mayores.

El programa está dirigido a anfitriones mayores de 60 y los huéspedes tendrán que compartir los gastosEl programa de Alojamiento Compartido es fruto de la colaboración entre la Gerencia de Servicios Sociales de Castilla y León, las universidades de León, Burgos, Salamanca y Valladolid y los ayuntamientos de las nueve capitales de provincia además de Ponferrada. La idea es que la persona mayor y el joven inicien una convivencia basada en el diálogo y el mutuo respeto y se aporten un beneficio que redunde a la sociedad.

Esta iniciativa se enmarca dentro de las distintas actuaciones que el Programa de Acercamiento Intergeneracional de la ULE desarrolla a lo largo del año, encaminadas a fomentar el acercamiento a través de acciones de intercambio cultural, de conocimientos y de experiencias solidarias entre ambos colectivos. La oferta de Alojamiento Compartido está dirigida a personas mayores de 60 años residentes en León y a universitarios que vayan a cursar sus estudios en la ULE y opten por una forma de residencia diferente.

La persona mayor ofrece al universitario alojamiento en su domicilio y a cambio, el estudiante se compromete a colaborar en las tareas domésticas así como contribuir a los gastos que genere su estancia a lo largo del curso (agua, electricidad, manutención). La convivencia será siempre supervisada por personal especializado antes del inicio donde se concretarán las condiciones que ambas partes implicadas acuerden y a lo largo del año para que la experiencia sea enriquecedora y satisfactoria.

Una muestra del éxito de este programa quedó reflejada en el III Encuentro de Buenas Prácticas Demográficas organizado por la Consejería de Empleo de la Junta de Castilla y León y celebrado recientemente en Valladolid. Allí contaron su experiencia Nila Aller, una mujer viuda de 73 años, una persona muy activa que participa en muchas de las actividades propuestas en los centros de personas mayores de León, y Alba Calonge de 20 años, natural de Soria que cursa estudios de Grado en Comercio Internacional en la ULE. Ambas mujeres asistieron al encuentro acompañadas de Isidoro Martínez, vicerrector de Responsabilidad Social de la ULE, y de Beatriz Abella, responsable del Programa de Acercamiento Intergeneracional de la ULE.Tanto Nila Aller como Alba Calonge coincidieron en destacar que la experiencia «ha sido muy positiva» y la convivencia ha estado marcada por «la compenetración y el respeto mutuo».
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