“Nadie quiso ver qué había detrás de las pilas tras el accidente y se tenía que haber hecho”

Un miembro del comité de seguridad asegura en el juicio de la Hullera Vasco Leonesa que los postes estaban "intactos"

Ical
08/03/2023
 Actualizado a 08/03/2023
_03max202303596467.jpg
_03max202303596467.jpg
El juicio por la muerte de seis mineros de la Hullera Vasco Leonesa ocurrida el 28 de octubre de 2013 continuó este miércoles con los testimonios de los testigos de las defensas, entre ellos, el responsable electromecánico de interior del Pozo Emilio, donde tuvo lugar el siniestro, Ignacio Ávila, quien en su calidad de miembro del comité de seguridad visitó la zona afectada días después. “Entramos con los técnicos de Minas y vi una explotación como la había visto días atrás, intacta. Los postes estaban intactos y me llamó la atención que nadie quiso saber qué había detrás. La explotación la vi intacta”, manifestó.

A su juicio, a pesar de las posibles dificultades, se deberían haber realizado las labores necesarias para aclarar lo que realmente ocurrió el 28 de octubre. “Si quiere saber qué pasó en el post-taller lo que tiene que hacer es ver qué pasó detrás de las pilas. No es fácil, pero si queremos saber lo que pasó… bajo mi punto de vista se tenía que haber hecho. Se vería si había bóveda o estaba todo normal”, afirmó. “No me consta que nadie dijera, ¿por qué no escarbamos aquí?”, añadió.

También compareció el ingeniero técnico de minas Rubén Álvarez, especialista en labores de explosivos que trabajaba como director facultativo en una contrata dedicada al avance de galerías, y declaró respecto a su ámbito de trabajo, ajeno a la zona donde se produjo el siniestro, que la Vasco aplicaba diversas medidas para mejorar la seguridad en la mina, declarada de tercera categoría por la elevada presencia de gas. “La consigna era avanzar con las medidas máximas de seguridad. Si no, no se avanzaba. Así se trabajaba”, manifestó, antes de señalar que nunca estuvo en la zona afectada por el siniestro y que dejó de trabajar en la Vasco año y medio antes del mismo.

Además, prestó declaración Sergio Suárez, ingeniero técnico de minas que ejercía como jefe de producción para la UTE (Unión Temporal de Empresas) Santa Lucía que fue contratada para la ampliación del Pozo Emilio, donde se produjo el suceso. En su testimonio dejó constancia de que la actuación de la UTE afectó a la preparación de la zona donde ocurrió la tragedia, pero no tuvo ninguna intervención una vez que comenzó la fase de explotación del taller, que no visitó desde que concluyeron esas labores. “Nuestras tareas eran exclusivamente de ejecución de infraestructuras, de preparaciones, no de explotaciones”, remarcó.

Los dos últimos citados para este miércoles son hermanos de uno de los acusados en el caso y se acogieron a su derecho a no declarar. La vista se retoma el lunes 13 con la comparecencia de cuatro testigos propuestos por las defensas en la sexta semana de juicio.
Lo más leído