Una misa vespertina en el centro penitenciario de Villahierro abre las celebraciones especiales de Navidad de la Diócesis de León

La jornada de Nochebuena también contará con misas del gallo en San Isidoro y la Catedral a medianoche

Ical
24/12/2025
 Actualizado a 24/12/2025
Imagen de archivo de la prisión de Villahierro. | L.N.C.
Imagen de archivo de la prisión de Villahierro. | L.N.C.

El obispo de León, Luis Ángel de las Heras, abrirá las celebraciones especiales de este Tiempo de Navidad que se inicia hoy, miércoles 24 de diciembre, en la iglesia de León con la eucaristía que presidirá a las 17 horas en el Centro Penitenciario de Villahierro, en Mansilla de las Mulas.

Esta misa vespertina especial marcará el inicio del ciclo litúrgico navideño, que proseguirá en la medianoche de ese día de Nochebuena con la Misa de Medianoche, tradicionalmente conocida ‘Misa del Gallo’ en la Real Basílica de San Isidoro y en la Catedral.

Mañana, jueves día 25, solemnidad de la Natividad del Señor, está prevista la celebración de la Misa Estacional en la Catedral a las 13 horas que presidirá el obispo de León, quien al concluir impartirá la bendición apostólica, además de un recital de villancicos que ofrecerá la Capilla de Música ‘Catedral de León’ en el momento de la adoración.

Finamente, para el sábado, día 27, en la iglesia de San Francisco a las 19.30 horas se ha programado la representación del tradicional ‘Auto de Reyes Magos’ a cargo de la Asociación Cultural San Juan Bautista y Amigos de la Pastorada de Robledo de Torí’, vinculados con la Unidad Pastoral de Villaobispo.

Aprovechando las fiestas navideñas, el obispo Luis Ángel de las Heras remitió un mensaje especial de Navidad a toda la Diócesis en el que, ante la llegada de la Navidad, anima a los fieles a “tener presentes a los hombres y mujeres que viven en sombras de muerte, de vacío, de frío en el alma” porque “necesitan conocer la buena noticia que ha acampado entre nosotros y permanece hasta el final y escuchar la voz que trae la paz, la justicia, el amor y el calor que derrite el hielo de sus regiones sombrías”.

Para el obispo Luis Ángel, estas fiestas de Navidad tiene que ser ocasión para felicitar la Navidad “a corazón lleno, repartiendo alegría y esperanza a todos, especialmente a quien se vea más acechado por los hielos de la soledad, el desánimo, la injusticia, la exclusión, el odio y el rencor”.

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