Casi un mes después del encendido de la iluminación de la Navidad en León, la ciudad acogió este jueves un nuevo acto donde la luz y los niños eran los protagonistas. Esta vez la oscuridad no se combatió con los LED, sino con fuego, y la ilusión de los más pequeños, que aquel 24 de noviembre vieron cómo se hacía la luz –navideña– en la ciudad, volvió a percibirse en la plaza de San Marcos. Desde ese lugar, mil escolares de los colegios de León lanzaron farolillos al cielo para pedir un deseo en el inicio de las Navidades.
La concejalía de Fiestas del Ayuntamiento de León, en manos de Camino Orejas, es la que organizó esta actividad, enmarcada en el programa de Navidad, bajo el nombre ‘Compartiendo ilusiones’. Este es un gesto simbólico procedente de la cultura asiática, que está vinculado a la prosperidad y petición de deseos. Así, el Ayuntamiento invitó a los colegios y a las asociaciones de padres y madres, de manera que los más pequeños compartieron en voz alta sus deseos para el año próximo y metieron el papelito en una urna, antes de hacer volar hacia la noche estrellada uno de esos farolillos prendido por la ilusión, que eran ignífugos y biodegradables.
Asistieron nueve colegios de la ciudad y también la Asociación de Amigos Leoneses Ucranianos Damnificados (Aalud). Los primeros pidieron sus deseos por problemas como "las goteras del colegio", pero también "por la igualdad en el mundo". Los pequeños refugiados ucranianos, lo hicieron "por la paz en mi país".
La tarde estuvo amenizada por villancicos y la actuación del alumnado de la Escuela Municipal de Música, Danza y Artes Escénicas. Este viernes 22 de diciembre continuará la ilusión infantil con la Cabalgaza, con Papá Noel y seis carrozas.