Y las merinas volvieron a la dehesa

El rebaño trashumante de la Fundación Monte Mediterráneo regresó a Santa Olalla del Cala tras pasar los meses de verano en los puertos de Salamón

MAF
20/10/2025
 Actualizado a 20/10/2025
Las merinas regresan a la dehesa de San Francisco tras pasar el verano en los puertos leoneses de Las Pintas | MAF
Las merinas regresan a la dehesa de San Francisco tras pasar el verano en los puertos leoneses de Las Pintas | MAF

El pasado sábado por la mañana regresaron a su casa, en la dehesa onubense de San Francisco, las ovejas trashumantes que volvían de pasar el verano en los puertos de Las Pintas, en Salamón (León).

Un gran número de personas quisieron acompañar al rebaño en sus últimos kilómetros, atravesando la localidad de Santa Olalla del Cala, donde vecinos y curiosos aguardaban expectantes la llegada del rebaño, conducido por pastores expertos que tratan de dar la alternativa a jóvenes pastores y pastoras, que recogen el ancestral legado de la trashumancia, comunicando la dehesa con los pastizales de altura en las montañas leonesas, manteniendo viva la mesta y reivindicando la importancia de los rebaños en la salvaguarda y modelado de los paisajes y su labor preventiva contra los incendios forestales.

El rebaño llegó a media mañana a la dehesa de San Francisco, donde fue recibido a modo de fiesta por los asistentes a los actos desarrollados bajo una histórica encina, declarada monumento natural, cuyas enormes ramas cobijaron las distintas charlas sobre ganadería extensiva ecológica, trashumancia y bioeconomía rural en zonas de alto valor ecológico. Las ponencias estuvieron encabezadas por la presidenta de la Fundación Monte Mediterráneo e impulsora del proyecto Bionnomía, Ernestine Lüdeke.

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Las merinas regresan a la dehesa de San Francisco tras pasar el verano en los puertos leoneses de Las Pintas | MAF

Una de las intervenciones más aplaudidas fue la del presidente de la Junta Vecinal de Salamón, Ángel Alonso, que destacó la función de los rebaños en la prevención de incendios forestales y el hermanamiento histórico entre León, Extremadura y Andalucía, unido por pastores, ganado y las razas caninas leonesas como el mastín leonés y el carea leonés, perros imprescindibles en la conducción y protección del ganado.

Precisamente, la búsqueda y selección del mastín leonés que seguía protegiendo los rebaños frente al lobo ibérico permitió preservar y promocionar la raza, como explicó el también leonés Félix García, experto en selección y divulgación de razas autóctonas esenciales para la trashumancia y la presencia de las ovejas merinas en los puertos de montaña leoneses.

No fueron los únicos representantes leoneses en el evento: también sonó la zanfona de Óscar Fierro, “El Hilandero”, que acompañó el último tramo del recorrido del rebaño y luego fascinó a niños y mayores mostrando todo el proceso de la lana, desde el esquilado de las ovejas hasta la confección artesanal de prendas.

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 José Morgado, Ángel Alonso y Félix García, durante los actos de regreso de las merinas a la dehesa de San Francisco | MAF

El vínculo entre las dehesas onubenses y extremeñas y las montañas de León constituye un lazo cultural y natural que une personas, paisajes y tradiciones, como señalaron los pastores trashumantes veteranos, entre ellos José Morgado, gran conocedor de las cañadas, cordeles y veredas que unen Extremadura con los puertos de montaña leoneses.

Una comida campestre con corderos asados a cargo del maestro asador José Carlos Leal y un final de jornada con música y cante en la dehesa pusieron fin a la trashumancia hasta la próxima primavera, cuando volverá el tintineo de los cencerros y el espectáculo del paso de los rebaños hacia los puertos de verano.

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