El coordinador regional de Coag , Aurelio Pérez, prefiere ser cauto puesto que «este año en Castilla y León hay que hacer una evaluación por zonas» ya que «no vale coger términos generales y aplicarlos a las zonas con restricciones de agua».Precisamente son esas restricciones a las que alude Pérez, en las provincias de León, Palencia y Valladolid, las que mantienen la precaución en las opas sobre la recogida de remolacha de este año.
Así, Pedro Jesús Blázquez, presidente de la cooperativa de la remolacha de Asaja, afirma que «en los sitios con problemas de riego por el corte del suministro de agua, hay remolachas que rebrotan, pierden sacarosa y tienen un parón en el ciclo del cultivo».
Son esas zonas donde los canales no tuvieron «suficiente agua para acabar de regar» y que pueden producir unas «mermas considerables» en la cantidad final de cosecha por una «problemática en los sondeos al limitar el agua y tener que ajustarse a la concesión» de la misma por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). Esto hará que a epsar del aumento de la superficie de remolacha cultivada no aumente su producción, ya que con esta merma se ubicará, según vaticinan, en niveles similares a los de la campaña pasada.
Azucareras de Castilla y León
Ayer estuvo visitando la azucarera de Toro (Zamora) el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, junto a la ministra del Mapama, Milagros García Tejerina, y la consejera de Agricultura, Milagros Marcos. Destacaron que son 3.600 agricultores los que se dedican a la remolacha en Castilla y León, y cuatro plantas de producción: Toro, La Bañeza y Miranda de Ebro de Azucarera, yOlmedo, de Acor, con cerca de 1.300 empleos directos, y otros 1.000 indirectos en total. Todo ello suma un valor económico conjunto de unos350millones de euros y convierte a la Comunidad en la mayor productora de España de remolacha, concentrando el 85 % de la cuota nacional de azúcar.En relación a la desaparición de las cuotas y la liberación total del sector, el presidente reiteró que esta nueva situación debe verse como «una oportunidad para crecer, sobre todo teniendo en cuenta que el consumo de azúcar en España es mucho mayor que la cuota que hasta ahora tenía asignada». De hecho, «en este primer año 2017, de cultivo ya sin cuotas, se ha registrado un importante incremento del 14 % de la superficie de siembra», según destacó el presidente, quien subrayó la necesidad de seguir insistiendo en medidas de mejora de la productividad y competitividad del sector.