Los profesores leoneses que están esperando a que la Junta de Castilla y León les reconozca las acreditaciones para impartir docencia en centros concertados y privados tienen que armarse de paciencia. De mucha. Con frecuencia los tiempos hasta que se apruebe o se desestime este permiso, necesario para dar clases en este tipo de colegios, se prolongan durante más de un año.
Unos dilatados tiempos de espera, los cuales pueden llegar a ser un obstáculo para la contratación en determinados centros educativos, que responderían a un cambio de criterio en la tramitación de estas acreditaciones por parte de la administración autonómica. Antes, estas eran gestionadas por un inspector en la Dirección Provincial de Educación de León; pero, de un tiempo a esta parte, las solicitudes de los docentes que pretenden dar clases de Secundaria o Bachillerato en la concertada han pasado a tramitarse directamente desde Valladolid para todas las provincias de la comunidad autónoma.
Carlos Blanco, secretario provincial de la Federación de Sindicatos Independientes de la Enseñanza (FSIE) de León, explica que este cambio de criterio responde a las diferencias entre provincias a la hora exigir más o menos en el proceso de acreditación y que los desmesurados tiempos de espera son fruto de un «impasse» entre legislaciones. «Hemos conseguido que consigan llevarlo desde Recursos Humanos porque había provincias más laxas que otras. Es la opción más sensata y ahora es más igual en toda Castilla y León; pero, al estar centralizado, la desventaja es que habrá un período de adaptación un poco largo», explica este portavoz del colectivo de profesores de la concertada.
La Dirección Provincial de Educación de León ya no tramita directamente estas acreditaciones docentes
No obstante, el secretario provincial de FSIE recomienda que una vez transcurridos «uno o dos meses» los interesados contacten con Educación para que les informen del resultado que cabe esperar y poder trasladar este en posibles entrevistas de trabajo. Es decir, que los profesores sepan qué asignaturas de Secundaria y Bachillerato estarían en condiciones de impartir.
Un proceso complejo
En primer lugar, estos docentes deben contar con el Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas y, después, según su carrera, deben acreditarse en las distintas asignaturas. Un procedimiento en el que deben presentar al menos 24 créditos de asignaturas universitarias superadas que tengan relación estrecha con las que se desean impartir. Así, por ejemplo, alguien que haya estudiado una ingeniería podría ejercer como profesor de varias materias en los centros concertados: Matemáticas, Física, Tecnología…
Un proceso de acreditación que desde FSIE León consideran más exigente que aquel al que tiene que hacer frente el profesorado de la enseñanza pública. «Es muy complicado porque tiene que coincidir el 70 por ciento de la asignatura que se aporta y haber dado el 80 por ciento del temario que se cursa. Esto es una maldición para cubrir las plazas en la concertada, pero una bendición porque la calidad es mayor. Tiene su parte buena y mala. No obstante, a nivel de formación del profesorado, esta es más alta en los centros concertados. Se nos exige siempre mucho más que en la pública», expresa Carlos Blanco.
Carlos Blanco: "A nivel de formación del profesorado, esta es más alta en los centros concertados"
Más allá de lo complejo de este proceso de acreditación y de las esperas que en ocasiones superan el año, desde FSIE consideran que «todo está controlado y tutelado» para que no imparta clases de una determinada asignatura en estos colegios nadie que no vaya a poder acreditarse. A este respecto, la demora se suele reducir si los interesados aportan en su solicitud en la Dirección Provincial de Educación una oferta de trabajo y el interés de un determinado centro en contratarlos.
En todo caso, desde FSIE León creen que el cambio de ley «mejorará» el proceso y que «en el futuro», una vez superados estos importantes retrasos, será «más asequible» obtener las acreditaciones. Por el momento, la gestión de las solicitudes desde Valladolid y no desde la Dirección Provincial de León y del resto de demarcaciones está provocando un cuello de botella por el que algunos docentes leoneses de la concertada llevan esperando una respuesta administrativa desde hace más de un año.