Las 'Cicatrices' de Natos y Waor sonaron este viernes en la Universidad de León en honor a Mario Fuentes, el joven de 18 años que asesinado en La Torre el 16 de mayo de 2021. Cicatrices que él escuchaba y que hoy son una herida abierta para su familia y sus amigos.
Tres años después de aquella noche, su madre, su padre, su hermano y su abuela volvieron a León desde Colindres (Cantabria) para compartir con sus compañeros de clase un sentido acto de recuerdo, organizado por el decanato. Allí estaban sentados en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte los que fueron sus compañeros de pupitre, en el lugar en el que debería estar el joven cántabro preparado para graduarse y dejar atrás la Universidad de León.
Entre ellos estaba Elena Suárez, amiga de la infancia de Mario, que recordó emocionada al joven de la "sonrisa infinita" y evocó aquella Ebau tras la que estuvo a punto de irse a estudiar a Galicia, si bien, en el último momento se decidió por León. Ocho meses estuvo en la ULE, en Educación Física, tiempo en el que hizo amigos como Hugo Jimeno, quien señaló que el recuerdo de Mario estará siempre en esta facultad y en una orla simbólica de graduación, en la que su mirada sigue presente, que los alumnos entregaron a su familia.
El decano, Juan García, apeló a que en estos tres años "la tristeza y el desconcierto inicial se han convertido en recuerdo y justicia", pues el asesino fue condenado a 18 años de cárcel el pasado mes de marzo. El decano se dirigió también a los estudiantes para animarles "a seguir adelante" tras una etapa universitaria marcada desde el principio por esta tragedia.
La Universidad le dijo así este viernes a la familia y a los compañeros de Mario que "vale la pena seguir adelante" aprendiendo a vivir con cicatrices.