Los presos más mediáticos de Mansilla

Dice el Reglamento Penitenciario en su artículo 89 que se aplicará el régimen cerrado «a aquellos penados que, bien inicialmente, bien por una involución en su personalidad o conducta, sean clasificados en primer grado por tratarse de internos extremadamente peligrosos o manifiestamente inadaptados a los regímenes ordinario y abierto».

Este régimen implica la separación absoluta del resto de la población reclusa, una limitación de las actividades en común de los internos y un mayor control y vigilancia sobre los mismos.

Pues en esta situación hay en León 35 internos, los que alberga el módulo 11 del centro penitenciario de Mansilla de Mulas. Algunos la peligrosidad la traían puesta por los delitos cometidos, otros se la han ganado a pulso por mal comportamiento o inadaptación a los regímenes comunes.

Asimismo, otros 26 se encontraban –hace tres semanas, a fecha en la que fueron facilitados estos datos por fuentes penitenciarias– en aislamiento, sancionados «por una evidente agresividad o violencia por parte del interno o cuando éste reiterada y gravemente altere la normal convivencia del centro», especifica la ley.

Algunos de todos ellos, además de peligrosos son famosos, y otros son famosos sin tener atisbo alguno de peligrosidad. En todo caso, la mayoría de los presos mediáticos de Mansilla de las Mulas cargan con truculentas historias a sus espaldas.

La cárcel leonesa acoge condenados por terrorismo etarra, violadores, asesinos, secuestradores, atracadores... y otros que están a la espera de sentencia. Quién no ha oído hablar de ‘El Chicle’, el presunto asesino de Diana Quer, la joven que desapareció sin dejar rastro el 22 de agosto de 2016, cuando regresaba a casa de su madre. Tras cerca de 500 días de búsqueda e incertidumbres concluían el pasado 29 de diciembre con la detención de José Enrique Abuín Gey, alias ‘el Chicle’, de un vecino de Rianxo (A Coruña) que confesó ser responsable de su muerte. Fue trasladado a León el pasado mes de septiembre desde el penal de Teixeiro (A Coruña) por motivos de seguridad, medida que se había tomado ya previamente pues su primer ingreso fue en el centro penitenciario de A Lama (Pontevedra).

O de ‘El parricida de Moraña’, condenado a prisión permanente revisable por matar con una radial a sus dos hijas pequeñas. O de Jaime Giménez Arbe, ‘El Solitario’, el famoso y peligroso atracador de bancos.

Otro más, ‘El violador del estilete’, que ha pasado la mayor parte de su vida en prisión y ha sido autor de más de una veintena de violaciones en los años ochenta y noventa. A principios de este año fue arrestado en Asturias como presunto autor de un delito de agresión sexual e ingresó en la cárcel asturiana de Villabona. Actualmente también está en el penal leonés.

Por la cárcel de León ha pasado también Marcos Javier Mirás, ‘El parricida de Oza’, condenado por asesinar a su hijo de 11 años asestándole varios golpes con una pala metálica en la cabeza; Miguel Muñoz Blas, el asesino de la peregrina estadounidense Denise Pikka en Castrillo de los Polvazares, o al hombre que en 2015 tiró a las vías de la estación de Embajadores a un agente de Policía Nacional que murió al ser arrollado por el tren.

Actualmente, el centro penitenciario leonés acoge cerca de 900 internos y tiene una capacidad de 1.008.