Sólo en los cuatro establecimientos de Fuensanta calculan vender estos días unos 800 kilos de buñuelos y otros 300 de huesitos«Tenemos un poco de todo, los buñuelos más clásicos, pasando por huesitos de santo de un montón de sabores, y dulces y chocolates de Halloween», cuenta Gustavo de la Fuente, al frente del obrador de las cuatro confiterías que tiene Fuensanta en la capital leonesa. Especialistas en endulzar la vida de León desde 1975, en Fuensanta cuentan que la época de más trabajo para ellos es la Navidad. «Pero la siguiente fecha con más consumo es seguramente este puente de Todos los Santos», señala De la Fuente, que calcula que en estos días elaborarán «más de 800 kilos de buñuelos y unos 300 de huesitos de santo».
Los huesitos, uno a uno
Lo que más gusta año tras año, sin ninguna duda, son los buñuelos de crema, aunque cada vez tenemos mayor variedad de sabores Hay una actividad frenética en el obrador de Fuensanta en este puente. Esta noche, la veintena de trabajadores no entrará a currar a las seis de la mañana, como de costumbre, sino que pasarán la noche entre buñuelos y turrones. Los buñuelos se preparan cada día: mantequilla, harina, huevos, sal, azúcar y el relleno (nata, crema, trufa). Más compleja es la elaboración de los huesitos, que hay que preparar con tiempo porque la cobertura (de turrón) precisa ‘secarse’ para que no se ablande una vez se introduzca el relleno, uno a uno: de crema, yema, chocolate, coco y un sinfín de sabores más.
El dulce estrella de la casa en estas fechas son, «sin duda», los buñuelos de crema, cuenta Gustavo. Y sólo hay que probarlos para saber por qué: esponjosos, blanditos pero consistentes y rellenos de una crema finísima y exquisita.
– ¿Y desde cuándo se venden estos dulces en León? ¿Son tan tradicionales como se dice?
– Huesitos y buñuelos son una tradición morisca, y en León se comercializan de toda la vida. Lo que ha ido cambiando es la variedad de sabores que se ofrecen, cada vez más. Además de tradición hay que innovar de vez en cuando.