El rodaje se sucede entre un vetusto aparataje sanitario, muchas batas blancas y alguna que otra camisa de fuerza que dan al ambiente un punto de locura. ‘Amodio’, que así se titula el spot publicitario parodiando el gusto español de amar mucho algo para odiarlo al poco tiempo, pretende contar lo que les sucede a los españoles en su vida cotidiana. El hilo argumental lo conduce con mano sabia la directora de cine Isabel Coixet en los largos pasillos del improvisado psiquiátrico, que acogen un ir y venir continuo de técnicos de sonido, cámaras, realizadores, iluminadores y productores. Todos llevan de un lado a otro, incluida una terraza externa, a los actores y figurantes.


Mónica Moro, directora creativa de la agencia de McCANN, que se ha encargado de que se materialice en imágenes el mensaje de la empresa cárnica, resalta la buena sintonía mantenida en el rodaje con unas 70 personas en el equipo técnico que, junto a publicistas, productores y actores, superan la cifra de un centenar. “Somos mucha gente pero el lugar elegido es muy cómodo al poderse realizar todo el trabajo aquí dentro y fuera del balneario”, dice.
En cuanto a la imagen que Campofrío quiere transmitir en Navidad a través de una mayoría de actores no profesionales y de profesiones variadas, Moro argumenta que se ajusta a lo pretendido. “Están aquí porque les gusta la historia y ese es el objetivo”, sostiene, al tiempo que añade que más allá de que participen en la campaña se busca que estén de acuerdo con la marca y lo que representa. “Lo bonito es que se trata de personas relevantes que abandonan por una vez su rol habitual y hacen de ellos. Es decir, se muestran como seres humanos que forman parte de la sociedad con un particular punto de vista sobre las cosas”, enfatiza.
Los protagonistas
David Broncano, reconocido humorista de la cadena Ser en los programas de radio ‘La vida moderna’ y ‘A vivir que son dos días’, bromea sobre su papel. “Me toca hacer el tonto, como siempre en todo, a través de un cameo cachondo con Carmen Maura, que es la protagonista”, relata, además de explicar que el rodaje ha ido sobre ruedas con una directora como Isabel Coixet que “crea un buen ambiente y además cuenta chistes todo el rato”.Sobre la idea de participar en un anuncio que vende productos cárnicos, el improvisado actor remata con mucho humor: “El cerdo es lo más bello que se ha creado en la tierra y pese al nombre de la campaña publicitaria de Campofrío, ‘Amodio’, yo a este animal nunca lo he odiado, lo tengo mucho amor y hasta me empacho a veces comiendo sus mejores partes sin haberme hartado de momento”, comenta.
Otro personaje que concita la atención de los promotores de la campaña es Risto Mejide, reconocido publicista, presentador, entrevistador y jurado de concursos televisivos. Muestra su mejor imagen y talante delante de los periodistas y no se ve como un intruso haciendo de actor. “Por todas las facetas a las que me dedico me viene muy bien ya que Campofrío es una de las empresas que mejor lo ha hecho siempre en este país en comunicación y posicionamiento de marca. Como actor no me voy a posicionar, pero igual algún premio Goya cae”, ironiza.
En torno a su experiencia con las cámaras recuerda que nunca tiene un delante un guión “y a veces se echa de menos contar con ese aprendizaje”, matiza, pero añade que se siente muy cómodo en el anuncio. “Lo que se me pide tiene mucho que ver conmigo y el amor odio me viene que ni pintado por que ese es mi día a día y cada uno presta su imagen en aquello en lo que cree”, opina quien en el anuncio se define con claridad: “Yo es que soy muy amodioso”…..
Asimismo, considera que en la vida hay que transmitir lo que Campofrío pretende en su campaña navideña. “Los españoles necesitamos capacidad de compartir y aceptarnos con nuestros defectos y virtudes ya que, al fin y al cabo, todo aquello que amamos y odiamos es lo que nos define”, alecciona. Sobre la ambientación creada en el rodaje, Mejide confiesa que “adora los psiquiátricos” y que ha propuesto un programa piloto de televisión en el interior de un sanatorio mental con aspectos que nunca se han mostrado. “Soy hijo de psicólogo y creo que todos, de alguna forma, deberíamos estar en algún tipo tratamiento. Igual que acudimos al médico podemos hacerlo para recibir este tipo de asistencia”, concluye.