Cuidar de la belleza. Ese ha sido siempre el objetivo de la leonesa Marien Fernández, que acaba de ser premiada en la gala Beauty Contact Awards por su trayectoria de más tres décadas al frente de la clínica Terapia Natural, sin duda uno de los grandes referentes del sector en León.
Cuenta que desde pequeña le gustó cultiva la belleza. Se sentía fascinada por una esteticista que iba a su casa para cuidar del cutis de su madre. Hasta que un día, por un esguince de tobillo, acudió a una clínica de fisioterapia por primera vez en su vida, y sintió algo así como la llamada. No es que la suya sea precisamente una clínica de fisioterapia, pero el ambiente la cautivó para siempre y quiso montar su propia clínica dedicada a la belleza. En su familiar era reacios y prefirieron que estudiase Empresariales, pero al final se salió con la suya. Y tanto: más de tres décadas lleva, siempre en el edificio Lubén de Ordoño II, apostando por los tratamientos de belleza personalizados, siempre desde una perspectiva natural.
Por todo ello ha conseguido este importante premio en la gala Beauty Contact Awards. La organización quiso destacar que Marien Fernández “comenzó en 1993 como osteópata, cuando un médico estético, tras recibir sus tratamientos, vio en sus manos una herramienta imprescindible para la recuperación de sus pacientes. Así inició su labor en el drenaje linfático postquirúrgico, ayudando en aquella época a reducir la encapsulación en cirugías de pecho y mejorando los resultados de las liposucciones, que entonces eran especialmente agresivas. Especializada en drenaje, continuó su formación para tratar el linfedema post-mastectomía, colaborando con un reconocido especialista en cáncer de mama de León”.
Dice Marien Fernández que a su clínica de belleza cada vez acuden más hombres, que ya se ve como algo normal, pero que, hace muchos años, alguno de los que iba a su clínica lo hacía poco menos que a escondidas, rogándole que no les hiciera pasar por la sala de espera para no encontrarse con nadie. Los tiempos han cambiado y lo sabe bien ella, que amplió su ámbito de actuación al trabajar junto a un médico vascular en el tratamiento del lipedema, aportando soluciones reales a pacientes con patologías complejas. Con los años, su inquietud profesional la llevó a evolucionar hacia el mundo de la estética. Comprendió que muchas pacientes no podían someterse a cirugías y necesitaban alternativas eficaces. Así comenzó su andadura en una estética natural, no invasiva pero avanzada, buscando siempre resultados visibles y efectivos sin perder de vista el respeto por el equilibrio del cuerpo. Desde entonces, su formación ha sido constante. No sigue protocolos cerrados, sino que analiza cada caso con precisión, aplicando las técnicas más adecuadas en función de las necesidades de cada persona.
En octubre se celebrará un acto de Barcelona en el que recibirá esta distinción de Beauty Contact Awards que, como afirman desde la organización, viene a demostrar que “si hay algo que define su trayectoria, más allá de su habilidad técnica y su profundo conocimiento de la piel y el cuerpo, es su calidez humana. Quienes han pasado por sus manos no solo destacan su destreza, sino la confianza, la cercanía y la dedicación con la que acompaña a cada paciente”.