El Gobierno de España concedió en 2024 un total de 33.376 autorizaciones de residencia en régimen de extranjería en Castilla y León, lo que representa un incremento anual del 27,3 por ciento y supone duplicar el número de permisos aprobados en 2020, cuando alcanzaron los 16.771. El 41 por ciento de las autorizaciones en la Comunidad fue de tipo inicial, que se concede a una persona en España tras llegar desde el extranjero, haber nacido en España o salir de una situación administrativa irregular.
A ese número hay que sumar 8.734 permisos, entre certificados de registro para personas con ciudadanía comunitaria y algunos TIE del Acuerdo de Retirada para los británicos, consecuencia del Brexit. Por lo tanto, la cifra total de documentos de residencia ascendió el año pasado a 42.110, un 19,4 por ciento más que en 2023. Es decir, las autorizaciones de residencia significan el 79,2 por ciento de todos los documentos otorgados y la edad media de las personas fue de 32 años, con un 51 por ciento de mujeres.
Durante 2024, las autorizaciones concedidas en Castilla y León corresponden en un 91,2 por ciento (30.456) a una residencia temporal. Es el mismo porcentaje que en España, y casi la mitad es de tipo inicial. Un total de 9.147 permisos temporales fue por trabajo, solo por detrás de las 11.128 calificadas como “resto de circunstancias excepcionales”. Los motivados por arraigo sumaron 5.976, seguidos de las 2.795 reagrupaciones familiares y las 1.410 residencias no lucrativas.
Por lo tanto, el principal motivo para obtener un permiso de residencia temporal en la Comunidad, sin incluir el laboral, es el arraigo, que se ha disparado en los últimos años. No en vano, la cifra de casi 6.000 contabilizados en 2004 es ligeramente superior a las 5.777 autorizaciones del año pasado y está muy por encima de las registradas en 2020 (1.121) y en 2014 (577). En España, hubo 223.396 otorgamientos por arraigo, de los que el 79 por ciento se dio a personas sin ninguna autorización previa. El 21 por ciento restante fue para personas que sí habían tenido autorización anteriormente.
El arraigo es la herramienta del Reglamento de Extranjería que permite otorgar de manera extraordinaria un permiso temporal de residencia y trabajo a quienes demuestren un vínculo social, laboral, formativo o familiar de más de dos años en España. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones destaca que dos de cada tres personas beneficiadas por esta figura son latinoamericanas. Hasta el punto de que hay 4,2 millones de personas nacidas en algún país latinoamericano en España, el 60 por ciento de la población extranjera.
Colombia (857.000), Venezuela (600.000) y Ecuador (448.000) son los principales países de origen, según datos del INE a 1 de enero de 2024. Números que se reflejan en su peso en el mercado laboral: de los más de tres millones de extranjeros dados de alta en la Seguridad Social, casi el 35 por ciento es de procedencia latinoamericana.
El mayor porcentaje de permisos de residencia por arraigo respecto al total de autorizaciones de estancia correspondió a Burgos (23 por ciento, 1.226), seguido de León (21 por ciento, 991), Zamora (20 por ciento, 332) y Palencia (19 por ciento, 451). Después aparecieron Valladolid (18 por ciento, 1.216), Salamanca y Ávila (17 por ciento, con 700 y 539), Segovia (11 por ciento, 321) y Soria (9 por ciento, 200). En el conjunto de Castilla y León, la tasa fue del 19,6 por ciento, tras acumular 5.976.
88.000 extranjeros y 143.000 comunitarios
El número de personas extranjeras en la Comunidad, a 30 de junio, con autorización de residencia en vigor se situó en 88.178, además de 143.289 con certificado de registro para ciudadanos comunitarios y sus familiares, y 767 británicos acogidos al Acuerdo de Retirada. La evolución de los extranjeros no comunitarios aumentó en casi 10.000 personas en un año: 78.818 en 2023, 63.900 en 2022 y 55.000 en 2020. En 2018 y 2015 las cifras eran de 50.000 y 52.000. Entre 2015 y 2025, España ha pasado de 2,1 a 3,3 millones de extranjeros.
Valladolid (17.098), Burgos (13.193), León (12.661) y Salamanca (10.518) son las únicas provincias que superan los 10.000 extranjeros con autorización de residencia. Les siguen Ávila (9.836), Segovia (8.981) y Palencia (6.287). Cierran Soria (5.436) y Zamora (4.168).
Los ciudadanos comunitarios también han aumentado, aunque a menor ritmo: de 120.159 en 2015 a 143.289 en la actualidad. En los últimos doce meses, el incremento fue de 1.778. Lideran Valladolid (30.540) y Burgos (30.093), seguidas de Segovia (21.160), León (17.538) y Salamanca (13.604). Por debajo de 10.000 están Zamora (9.752), Ávila (7.966), Soria (6.880) y Palencia (5.756). En España residen 3,7 millones de comunitarios, casi un millón más que hace una década.
En España, según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, se concedieron 1,4 millones de documentos de residencia a extranjeros, un 23,1 por ciento más que en 2023. De ellos, 1,1 millones fueron autorizaciones en régimen de extranjería. Tres nacionalidades —Ucrania, Marruecos y Venezuela— recibieron el 41 por ciento de los documentos expedidos.
Permisos a ucranianos
El mayor incremento se produjo en los permisos concedidos a ucranianos, que se multiplicaron por cinco, al pasar de 43.468 a 221.469, debido a la prórroga automática de la Protección Temporal en marzo de 2024. A 30 de septiembre, había 5.666 ucranianos con residencia en Castilla y León.
Les siguieron 190.057 marroquíes, 187.515 venezolanos y 117.211 colombianos. Las autonomías con más permisos fueron Cataluña (21 por ciento), Madrid (18 por ciento), Valencia (16 por ciento) y Andalucía (15 por ciento), que concentraron el 70 por ciento del total. Los 42.110 documentos de Castilla y León apenas supusieron el tres por ciento.
El informe “Flujo de autorizaciones de residencia concedidas a extranjeros. Año 2024”, del Observatorio Permanente de la Inmigración, recoge que los permisos por protección internacional y apatridia representan el dos por ciento del total, hasta 18.396. Desde 2014 se han concedido 88.094, destacando las nacionalidades siria (19.230), maliense (17.681) y apátrida (10.901). En 2024, la maliense acaparó la mitad de los permisos, casi todos para hombres.