León sigue perdiendo habitantes. Así lo confirman las cifras oficiales de población de los municipios españoles publicadas este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en revisión del padrón municipal de 2023 (datos definitivos a 1 de enero). En ellas se refleja que en el último año han sido 716 personas las que han dejado la provincia si los números se comparan con los del pasado 2022, ya que entonces los censados en León eran 448.179, mientras que actualmente han bajado a 447.463.
Los números toman una mayor distancia si los que se utilizan como referencia son los de hace una década. En 2013, la provincia leonesa contaba con 489.752 vecinos en su censo, por lo que la reducción del padrón municipal desde entonces ha sido de un 8,6 por ciento y el número de habitantes de 42.289 menos.
Estos datos no resultan, por lo tanto, positivos para la provincia, aunque sí que lo son para la capital. La ciudad de León ha crecido en lo que a habitantes se refiere, con 330 más en 2023. Cuenta ahora con 121.281, según los datos del INE, mientras que en 2022 estos eran 120.951. No obstante, si se mira a 2013 la capital se apunta al negativo. Entonces tenía una población de 130.601 personas, por lo que ha perdido un 7,1 por ciento de sus vecinos en diez años, un total de 9.320.
Otros municipios
Cuenta anual positiva es también la de San Andrés del Rabanedo, que ha ganado 73 vecinos este 2023, quedándose con 29.961. También la de Villaquilambre, que ha sumado 176 y se sitúa en 18.765. Ponferrada, por su parte, ha restado en este último año 89 vecinos y se ha quedado en 62.936. La Bañeza ha incrementado su padrón en 23 vecinos y Astorga ha restado 71. En Valencia de Don Juan, por su parte, la población ha subido en nueve personas y en Sahagún en 22, mientras que Villablino restó 241 si comparamos los datos de este 2023 con los de un año antes.
Solo Palencia y Zamora restan
En el resto de provincias de Castilla y León el comportamiento poblacional fue diferente. El número de habitantes en el último año creció en casi todas las demás y solo Palencia y Zamora obtuvieron –al igual que León– cifras negativas. La primera perdió 256 vecinos entre 2022 y 2023 y se situó en 157.752 y la segunda restó a su censo 849 personas, al pasar de 167.215 a 166.366 habitantes en el último año. Ganó Valladolid, donde la población aumentó este año al pasar de los 517.975 habitantes en 2022 a 521.071, lo que hizo crecer su padrón en 3.096 personas. Ávila también sumó vecinos este último año, 267, y su población se quedó en 158.407. También Burgos creció en número de habitantes. La provincia pasó de los 355.045 vecinos del pasado ejercicio a los 357.180 de este año, aumentando su cifra en 2.135. En Salamanca la población aumentó en 1.272 personas, y se quedó en 327.170 y en Segovia también creció, al haber conseguido superar los 153.803 vecinos de 2022. Este año fueron 155.258, lo que supone 1.455 más. Por último, en Soria la cuenta también fue positiva. En 2023 el INE sitúa su población en 89.482 personas, mientras que el pasado año eran 88.377, por lo que ganó algo más de mil vecinos.
Todas caen en la última década
Si el padrón de las provincias de Castilla y León de este año se compara con el de 2013 todas ellas salen perdiendo. Ávila ha reducido su población en esta última década en un 6,1 por ciento (y tiene ahora 10.418 habitantes menos); Burgos en un 3,7 por ciento (restando 14.068 vecinos respecto a su censo de 2013) y León el ya citado 8,6 por ciento (con 42.289 vecinos menos, lo que la coloca en cabeza en habitantes perdidos en la comunidad en diez años). Palencia ha perdido un 6,6 por ciento (habiendo restado 11.203 personas a su censo en esta última década); Salamanca un 5,3 por ciento (con 18.378 vecinos menos); Segovia un 3,9 por ciento (con 6.444 habitantes perdidos); Soria un cuatro por ciento (al contar ahora con 3.809 censados menos que en 2013); Zamora un 11,6 por ciento (-21.904 vecinos) y Valladolid un 2,1 por ciento (al tener ahora 11.213 habitantes por debajo de hace diez años).