León podría acoger a 100 refugiados

Accem recomienda esta cifra asegurando plenas garantías para los que lleguen

Sergio Jorge
10/09/2015
 Actualizado a 05/09/2019
Pedro Puente, junto al refugiado sirio Nadim Garwan. | DANIEL MARTÍN
Pedro Puente, junto al refugiado sirio Nadim Garwan. | DANIEL MARTÍN
león. Una vez que ya se conoce la cifra exacta de los refugiados sirios que tendrá que acoger España, 17.680 en total, según informó ayer la Comisión Europea, diferentes organizaciones humanitarias ya se están organizando para poder gestionar y coordinar la posible llegada a la provincia de estos afectados por la guerra que asola el país de Oriente Medio desde hace cinco años. Una de las primeras ONGen poner un número para León es la Asociación Comisión Católica Española de Migracion (Accem), puesto que su presidente y fundador, Pedro Puente, establece que lo más recomendable para asegurar un buen trato con todas las garantías es una cifra en torno a cien refugiados.

Se trata de un número que podrían asumir perfectamente las instituciones que normalmente ya acogen la llegada de refugiados, según explica Puente. De hecho, durante este año han pasado ya por la sede que tiene Accem en León 318 personas en situaciones parecidas a los sirios que intentan abandonar su país para llegar a Europa. Además, para esta labor se cuenta también con la colaboración de Cáritas y la Diócesis de León, ya que a los tres piso con 18 plazas de Accem se unirían las casas rectorales y el Seminario Menor, tal y como confirmó esta semana el obispo, Julián López.

La asociación presidida por Pedro Puente tiene ya en la ciudad de León tres pisos para acoger a refugiados con 18 plazas 
"Hay que ver las necesidades y dar respuesta a ellas", explica Puente, que insiste en que más allá de los anuncios que se han hecho desde instituciones como la Alcaldía de León de que la ciudad es acogedora, hay que poner los medios para asegurar que los refugiados tengan en primer lugar las necesidades básicas cubiertas y luego puedan adaptarse a la vida en España. "Lo que hay que pedir a las administraciones es que agilicen la normativa, los papeles, para que puedan tener una sanidad, una vivienda, una formación, que así puedan empezar a ser ciudadanos", detalla el máximo responsable de Accem, que insiste en la necesidad de conocer cómo es la cultura y las características de los refugiados que vendrán a León.

"Son gente muy culta, pero no vienen por problemas económicos, sino que huyen de la guerra, y además vienen en familias, y no se les puede dividir, porque ya bastante se les ha dividido allí", resalta Puente. Otro aspecto a tener en cuenta es que "los centros de acogida son como pequeños hoteles, están viendo la tele todo el día, a los seis u ocho meses se les arreglen los papeles y empiezan ser personas".

Accem advierte de la necesidad de realizar un seguimiento y una ayuda continua a los acogidos que vengan a la ciudad
"Hay que darles pisos adecuados, y luego hacer un seguimiento y un acompañamiento, porque no es sólo la acogida, sino también luego la integración y resolver las necesidades de futuro", insiste Puente, que especifica que hay que intentar darles medios para no sólo proporcionarle un lugar donde vivir, sino también un modo para luego comenzar a buscar trabajo o superar las dificultades económicas y sociales que se van a encontrar según pasen los meses, de ahí que asociaciones como Accem trabajan con «un equipo de alto nivel» de expertos para hacer un seguimiento de los refugiados que llegan a León. Hay incluso un hospital psiquiátrico en Asturias para este tipo de refugiados con importantes daños emocionales ya que a las pérdidas humanas hay que añadir que han sufrido agresiones y amenazas durante el tiempo que han estado residiendo en Siria.

Prueba de esta necesidad es que esta asociación continúa ayudando a unos 200 refugiados que una vez que ya no viven en los centros de acogida que Accem tiene en toda España, aún reciben la ayuda de la entidad para que puedan poco a poco integrarse en la sociedad española con plenas garantías.
Puente advierte de que, pese a que la Diócesis ha puesto a disposición de los refugiados las casas de sacerdotes que están libres, no son prácticas porque "hay que llevarles y traerles para cumplimentar la documentación, y luego es complicado que allí puedan encontrar trabajo, a menos que algunos se dediquen al pastoreo". "No hemos conseguido que ninguno vaya a los pueblos", esgrime el presidente de la asociación sobre refugiados que ya han pasado por León con anterioridad. Rechaza además que sirvan como medida temporal precisamente por los temas burocráticos que hay que resolverles desde el primer momento.
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