León no olvida al comandante Cortizo, víctima de ETA, 30 años después de su asesinato

Una ofrenda floral y un responso han recordado al militar, en presencia de su familia, en el mismo lugar del atentado

19/12/2025
 Actualizado a 19/12/2025
https://youtu.be/lAJzh6Y7Gkk

Al igual que este viernes, el 22 de diciembre de 1995 era la última jornada de clases antes de la Navidad en León. No obstante, la alegría de los niños leoneses por sus vacaciones y la de los de San Ildefonso cantando premios, por entonces de pesetas, se vio truncada a las 13:25 horas por el estruendo de una bomba en la confluencia de Ramón y Cajal con las calles Renueva y Abadía. Allí, en un paso de cebra, ETA acabó con la vida del comandante Luciano Cortizo y dejó herida de gravedad a su hija Beatriz, que viajaba con el militar en el interior de su vehículo.

30 años después de aquel injustificable atentado, como todos los que practicó durante décadas la banda terrorista ETA, León ha querido recordar al comandante Cortizo con una ofrenda floral junto a la placa que lleva su nombre en el mismo lugar de la ciudad en el que fue asesinado. Hasta tres generaciones de la familia de la víctima han estado presentes en el acto, destacando la presencia de su viuda y de Beatriz, cuya vida ha estado marcada para siempre por aquellas vísperas de la Navidad de 1995.

Después de la ofrenda floral y de un responso por el alma del comandante Cortizo, Mariano Arrazola, que ha presidido el acto de este viernes en representación del Ejército de Tierra, ha querido dirigir unas palabras a la familia del comandante asesinado por ETA. Recordando que en el momento del atentado estaba a las órdenes de Cortizo, la autoridad militar ha agradecido a la ciudad de León "mantener su memoria". "Si alguien tiene un papel importante en que se acabara con el terrorismo y con su objetivo de acabar con la democracia y con la unidad de España es la fuerza, la fe y la esperanza que habéis demostrado las familias de las víctimas", ha expresado el general.

Los responsabales del atentado que acabó con la vida de Cortizo fueron María Soledad Iparraguirre, alias 'Anboto', y Sergio Polo. La primera está cumpliendo condena como dirigente histórica de la banda terrorista, mientras que el etarra obtuvo este año el tercer grado penitenciario.

Luciano Cortizo era natural de A Rúa, en Ourense y tenía 44 años en el momento de su asesinato. Llevaba varios años en el cuartel general del Mando de Artillería de Campaña de León, con base en El Ferral del Bernesga, y aquel desdichado día viajaba en su coche con Beatriz, una de sus dos hijos, que resultó herida en el abdomen, las piernas y los brazos.

Este viernes, 30 años después de aquel día que se tornó en triste, León y todos quienes quisieron al comandante Cortizo siguen recordando al militar y al padre de familia, mientras que de sus asesinos no se acuerda nadie. Por ello, aunque de una manera cruel e injusta, el tiempo ha puesto las cosas en su lugar. ETA es hoy un mal recuerdo para la sociedad española que, a pesar de todo, debe seguir siempre presente en la memoria colectiva para evitar que se distorsione la historia, esa infamia que se vivió aquí mismo y no hace tanto.

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