Las ventas de tabaco en la provincia se reducen en un 39,3% desde el año 2010

Dejar de fumar figura en muchas de las listas de propósitos cada vez que arranca un nuevo año pero, ¿se cumple? A falta todavía de conocer los datos del inicio de 2016, podemos echar la vista atrás para comprobar si enero viene acompañado realmente de un descenso en el consumo. A esto responden las estadísticas del Comisionado para el Mercado de Tabacos, que aportan también más información de interés. En un plano más general reflejan una caída en picado  de las ventas al menos desde el año 2010, cuando entró en vigor la última ley antitabaco. La distribución anual de cajetillas en la provincia leonesa cayó un 39,3 por ciento en este tiempo y la recaudación un 19,2 por ciento, ‘resistiendo’ en mayor medida debido a diferentes subidas de precios que compensaron en cierto modo la bajada de la distribución.

Si el año pasado los leoneses fumaron 23.114.700 paquetes, hace seis años la cifra anual ascendía a 38.080.406 Ya en el caso concreto de si en los primeros 31 días del año el número de cajetillas dispensadas cae, si tomamos como ejemplo 2015 podemos advertir que sí. Si en enero del año pasado se dio salida a 2.065.893 cajetillas de 20 unidades en León, en diciembre de 2014 se vendían 2.146.067, 80.174 más. No obstante, a lo largo del año no se aprecia un descenso continuo. Más que enero, el mes que realmente registró una bajada notable fue febrero –el de menores ventas en todo el ejercicio– con 1.563.873, aunque ya en marzo no sólo hubo un repunte, sino que se superaron las ventas del inicio del año.  

Abril y mayo fueron también dos meses de reducciones respecto a enero, mientras que el resto del ejercicio las ventas fueron similares entre sí y se situaron por encima de los dos millones de cajetillas. El mes en el que más tabaco se despachó en León en 2015 fue julio, con 2.647.230 cajetillas vendidas.

Durante todo el año pasado, según los últimos datos disponibles en la web del Comisionado para el Mercado de Tabacos, se dio salida a 23.114.700 cajetillas, mientras que en 2010 los estancos y lugares autorizados para la venta de tabaco dispensaron 38.080.406. Desde ese ejercicio las ventas no han dejado de caer, según reflejan las estadísticas.

La última ley antitabaco entró en vigor el 1 de enero de ese ejercicio prohibiendo fumar en espacios de uso público como bares, restaurantes, lugares de trabajo y otras estancias accesibles o de uso colectivo. Desde entonces, para echar un cigarro es necesario salir a la calle, contribuyendo de esta manera a que el número de los que se lleven a la boca los fumadores sean en muchos casos menos de los que consumirían si pudieran hacerlo en cualquier momento o lugar.

Una vez clara la bajada del consumo, lo lógico es pensar que la recaudación por las ventas tenga un comportamiento igual. En este caso, las subidas de los precios de venta al público en varias ocasiones en los últimos años han provocado que la cantidad de euros embolsados en este concepto se haya mantenido mucho más sostenida. El total del pasado ejercicio es de 102.789.104 euros, mientras que en 2010 esta cifra ascendía a 127.352.340.

En 2015 destaca recaudación de julio, con 11.788.835 euros, y en el otro extremo se encuentra febrero, cuando las ventas sólo supusieron 6.962.875 euros.

De liar, en pipa o cigarrillos

Sobre qué prefieren fumar aquellos que lo hacen, los datos del pasado ejercicio apuntan a un consumo mucho más elevado de cigarrillos (102.789.104), seguido del tabaco de liar (9.497.350), de los cigarros (7.497.621) y de la picadura de pipa (283.132) durante el año pasado. Comparado con 2014 la venta de cigarrilLos y cigarros ha subido levemente y la de cigarros y picadura de pipa bajado.  

El ranking de cigarrillos vendidos lo lidera Marlboro, seguido por Winston, Chesterfiel y Fortuna, que se mantiene igual a doce meses antes.