Los ganaderos tendrán que «determinar lo que es prioritario para la explotación», explica Juan Pedro Medina, que asegura que desde el pasado año se ha estado avisando a los ganaderos de los cambios.
No obstante, Asaja considera que «la escasa publicidad e información» fue lo que provocó que «la mayoría de los ganaderos no solicitaron los cambios a explotación lechera, motivo por el que se le ha denegado la ayuda» y que «las vacas que no han sido necesarias para producir la leche entregada en el año, han cobrado las ayudas como vacas de carne» en estas explotaciones.
Pardas o frisonas
La clasificación de explotación mixta ha sido lo común en la provincia de León, históricamente, y viene ligada a la presencia de vacas pardas en vez de frisonas, un carácter diferencial de la montaña leonesa con respecto a otras zonas de Castilla y León y del resto de España. Juan Pedro Medina reconoce la «doble aptitud» de la raza parda, «la alpina y la mantequera». Además, explica que algunas explotaciones cuentan también con limusinas o con ejemplares de la raza asturiana de las valles.
Por otra parte, mientras que desde la Junta cifran en menos de diez los ganaderos afectados, Asaja explica que solo desde sus oficinas se han tramitado unos nueve recursos y que la cifra es mucho mayor, aunque no todos los ganaderos hayan presentado recursos.
La propuesta de Asaja es que toda la explotación cobre la ayuda por vacas de leche, o alternativamente, que cobren por vacas de leche las necesarias para cubrir la producción entregada a la industria, y como vacas de carne el resto del censo de la explotación.