Después de los interrogatorios a los siete acusados por el asesinato del boxeador leonés Roberto Larralde de la semana pasada, este martes se abre el turno para las testificales. Más allá de referir al jurado las pruebas reunidas, los agentes involucrados en las investigación serán requeridos para tratar de despejar las dudas que las defensas de los acusados del asesinato del púgil han planteado sobre el rigor de las pesquisas policiales, que anteriormente han tildado de «chapuza» además de afirmar que «se cerró en falso» para frenar la alarma social.
En este sentido, el detective privado Froilán Álvarez Silvano, que supuestamente habría asesorado a Julio López, quien mantenía una relación con la viuda de Larralde, Miriam Caballero, a la que se acusa de ser la instigadora del crimen, es quien más ha criticado la labor de los investigadores. El propio detective, al que llamaban ‘el espía’, criticó el pasado martes en la Audiencia Provincial que no le hayan dejado investigar porque afirma haber visto «indicios muy claros de otras vías de investigación (sobre el crimen) que no se han explorado».
En cualquier caso, la sesión de este martes se dedicará a la comparecencia de la jefa de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev) de la Policía Nacional en León, antes de dar paso a partir de mañana a las testificales de los otros agentes que participaron en la investigación del crimen que se viene juzgando desde la pasada semana y que se extenderá más allá del 28 de febrero, fecha en la que está prevista la entrega del veredicto al jurado para que sea sometido a deliberación. Así, mañana y pasado declararán los agentes que se encargaron de investigar las interceptaciones telefónicas y posicionamientos geográficos, y los que hallaron la vaina percutida en el lugar donde fue hallado el cadáver de Roberto Larralde.
Cabe recordar que por este asesinato, cometido el 13 de septiembre de 2014, se sientan en el banquillo de los acusados 7 personas, para los que la fiscalía reclama un total de 109 años de prisión. Según la fiscalía, se trata de un crimen pasional y que la viuda de Roberto Larralde, Miriam Caballero, planificó la muerte de su marido con el empresario de la madera Julio López, con el que había comenzando una relación. El asesinato, según la fiscalía, le fue encargado supuestamente a José Ramón Vega, que era amigo de Larralde desde que coincidieron en la cárcel en 2010.
Además, el fiscal entiende que Julio López contó en la planificación del crimen con la ayuda necesaria de Froilán Álvarez, quien por su profesión de detective privado le proporcionó asesoramiento acerca de los terminales telefónicos. Igualmente, según las calificaciones del fiscal, contó con la colaboración necesaria de Carlos Heli de la Red Cerezal, empleado suyo, y a quien supuestamente encargó que recogiera el móvil de José Ramón Vega la noche de la muerte de Larralde para que no constara que estuvo en el lugar del crimen.
El fiscal pide 20 años de prisión para cuatro de los acusados de lo que califica como un crimen «pasional» y 23 para la viuda por el agravante de parentesco. Para Froilán Álvarez y Carlos Heli plantea la alternativa de diez años como cómplices de asesinato y reclama dos años para los acusados de vender el arma homicida a José Ramón Vega. Los otros dos acusados son los vendieron a José Ramón Vega el arma homicida, que han reconocido este hechos, aunque niegan que conocieran la trama para asesinar a Larralde.
Durante su declaración la pasada semana, los dos principales acusados del asesinato negaron los hechos que se les imputan y ofrecieron versiones contradictorias sobre lo sucedido en las horas previas a la muerte del púgil.
Las pesquisas policiales centran el juicio del crimen de Larralde
La Audiencia Provincial de León acoge desde este martes las testificales de los policías que tomaron parte en la investigación del asesinato del boxeador leonés
31/01/2017
Actualizado a
04/09/2019

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