En total, el ministerio fiscal reclama 109 años de prisión para los siete acusados de matar a Roberto Larralde Por la Audiencia Provincial han pasado decenas de testigos en una veintena de sesiones en las que las partes han tratado de aportar al jurado popular argumentos que sirvan para apoyar sus intereses. En este sentido cabe recordar que la tesis que sostiene el ministerio fiscal alude a un supuesto plan concebido por Miriam Caballero, la viuda de la víctima, y su amante, el empresario maderero Julio López, cuya ejecución hubiera corrido a cargo de José Ramón Vega Martín, acusado de apretar el gatillo, con la colaboración del empleado de Julio López, Carlos Heli, y el asesoramiento del investigador privado, Froilán Álvarez. Todos ellos, siempre según el fiscal, implicados en un supuesto plan para dar muerte al boxeador. Por ello, el ministerio público solicita 23 años de prisión para Miriam Caballero, 22 para José Ramón Vega, 20 para Froilán Álvarez y 20 para Carlos Heli.
Sin residuos de disparo
En cuanto a la última sesión de la prueba pericial celebrada este martes, las comparecencias de los agentes de la Comisaría General de Policía Científica de la Policía Nacional se centraron en las pruebas practicadas para hallar residuos de disparos tanto en los objetos personales de José Ramón Vega como en muestras de la excavadora de su propiedad que supuestamente utilizó para enterrar el cadáver de Roberto Larralde en un descampado de Santa Olaja de la Ribera a orillas del río Bernesga. Los peritos pusieron de manifiesto que ni en las manos ni en la ropa se encontraron residuos.
No obstante, la acusación particular aclaró que la ropa que vestía José Ramón Vega en la noche en la que supuestamente acabó con la vida de Roberto Larralde no es la misma que se remitió a la Policía Científica.
También comparecieron los peritos encargados del análisis de la muestra de gasolina obtenida del depósito de la retroexcavadora del principal acusado y de un bidón encontrado en las inmediaciones del lugar en el que se descubrió el cadáver de la víctima.Los técnicos ratificaron el informe en el que se expone que no hay coincidencias entre el combustible de una y otra muestra, ya que uno de ellos es de tipo A y el otro de tipo B o agrícola, que incluye un colorante rojo que lo distingue del de uso general.