La voz más fuerte de los laringectomizados

Cuando en 1989 a Gumersindo Rodríguez le detectaron un cáncer de laringe no se arrugó. Tras la operación, que fue el 28 de agosto de ese año, y después de meses de recuperación en Oviedo, la ausencia de mejoras tampoco le desanimó. Buscó una alternativa y la encontró en otro operado por la misma afección de Gijón, que le enseñó a hablar y al mismo tiempo le abrió los ojos. Por eso, unos meses después, concretamente el 1 de febrero de 1990, se inauguraba la Asociación de Laringectomizados de León.

Ahí empezó el camino de Alle, este colectivo que durante 25 años ha ayudado a cientos de personas de todo el mundo en la misma situación que Gumersindo, que ha sido desde el principio el gran impulsor de la asociación, su único presidente, pero que recuerda también que ha sido "un trabajo en equipo" durante todos estos años.
Pero los problemas para el cobro de las subvenciones y, sobre todo, la falta de apoyo y reconocimiento por parte de las instituciones, han provocado que Alle se haya disuelto y se cierre así una de las asociaciones con más relevancia social de cuantas hay en León, con grandes hitos como la creación del primer coro del mundo de laringectomizados, que incluye la grabación de un CD y unDVD.

"Primero estuvimos en una habitación que nos cedió Cruz Roja, después en un local de San Mamés, y de allí fuimos a la sede, que la compramos y terminamos de pagar la hipoteca el año pasado", especifica Gumersindo, que ahora espera que la Diputación quiera recepcionar las llaves puesto que tras la disolución de Alle, y según marcan sus estatutos, el piso tiene que ir a parar a los servicios sociales de la institución.

Gumersindo recuerda también los problemas que ha puesto la Diputación para hacer efectivas las subvenciones de 2014 y 2015, que finalmente no han sido ingresadas tras el final de la asociación, y los cinco avales que les pidieron, "algunos no devueltos". También asegura que les obligaban a especificar los horarios, viajes y datos de todos los usuarios y los monitores "con una declaración jurada", así como las facturas abonadas por la asociación que la Junta de Castilla y León aseguraba que habían sido pagadas por el Ejecutivo autonómico. "Estamos pensando qué hacer, si olvidarnos de todo o llevar este asunto a la Fiscalía", apunta Gumersindo, convencido de que hay varios delitos en estas actuaciones.

Pero este antiguo marino, que dejó su trabajo en la térmica de La Robla con una incapacitación total cuando fue operado, no quiere que estas cuestiones empañen la labor de la asociación. Porque junto a otro de los antiguos socios de Alle, que llegaron a ser más de mil, continúa enseñando a hablar a nuevos operados, aunque ahora en su casa.

También rememora los logros de la asociación, que han sido muchos, algunos de ellos personificados en el propio Gumersindo porque ha sido siempre la cara más visible del colectivo. Como cuando fue investido doctor honoris causa por la Universidad de Lima. O sus viajes a Cuba o México para mostrar su técnica para recuperar no solo el habla, sino también el olfato y el gusto, que fue avalada por un médico del Hospital de La Paz y hecha oficial en el Congreso Internacional de Brasil, publicado incluso por la Organización Mundial de la Salud.

Es el pequeño milagro que Gumersindo puede realizar con un recién operado que no haya recibido aún ningún tratamiento, y que ya fue capaz de demostrar ante expertos mundiales en congresos como el de La Habana, donde le pusieron a prueba pero sumó seis nuevos operados con voz. Como la suya, que no se va a apagar pese a que Alle ya no exista.