La Fundación Secretariado Gitano atendió a 303 leoneses durante el último año

La educación y el acceso al empleo siguen siendo las grandes herramientas que favorecen la inclusión social de los gitanos. Alrededor de 2.200 personas y medio millar de núcleos familiares integran hoy en día la comunidad gitana en la capital leonesa, un colectivo que, pese a los avances que ha experimentado en las últimas décadas, aún sigue sufriendo muchos prejuicios por parte del resto de los ciudadanos.

Así lo reconoce el presidente de la Fundación Secretariado Gitano (FSG), el sacerdote leonés Pedro Puente, que en la entrevista anexa asegura que la población gitana ha cambiado mucho, «pero aún queda trabajo que hacer». Pese a las dificultades, lo cierto es que los datos de la memoria de 2014 de la FSG en León arrojan datos más que esperanzadores. Por ejemplo, que el programa de empleo ‘Acceder’ atendió en el último año a 303 personas en la provincia leonesa, 78 de las cuales eran ‘nuevas’. Además, se formó a 109 personas y se llevaron a cabo 9 acciones formativas propias.

En cuanto a los contratos laborales conseguidos, fueron un total de 84, de los que el 43% recabaron en mujeres y el 51% del total entre menores de 30 años. Durante el pasado año, 61 personas lograron un empleo, y los contratos que se lograron tuvieron una duración media de 148 días.

En el ámbito educativo, el programa ‘Promociona’ atendió a 20 alumnos y a 19 familias, y se realizó en siete centros educativos de la provincia.

El programa ‘Acceder’ arrancó como experiencia piloto a final de los noventa. «Tiene un estilo propio: es capaz de innovar, de proponer nuevos enfoques», señalan desde la FSG. Está cofinanciado por el Fondo Social Europeo, la Junta y el Ayuntamiento de León. ‘Acceder’ trata de rebajar las dramáticas cifras de desempleo, superiores al 42% entre la población gitana. Pese a la crisis, gracias a esta iniciativa se logran más de 5.000 contratos en todo el país, y se trata de un programa referente en Europa en la lucha contra la exclusión que acerca a los gitanos al mercado laboral por cuenta ajena y mejora su cualificación.

Por lo que se refiere a ‘Promociona’, su objetivo es que cada vez más jóvenes terminen la Secundaria y continúen estudiando. Más del 88% de los gitanos que se acogen a este programa continúan formándose tras la etapa de Secundaria.

¿Cómo empezó a funcionar la FSG? Aunque ya en los años 60 Pedro Puente comenzó a trabajar con los gitanos en la provincia leonesa, ayudándoles con la burocracia de que todos ellos tuvieran DNI, por ejemplo, fue mucho después, en  1982, cuando se constituyeron en asociación y crearon las bases de lo que es ya una entidad con más de 600 trabajadores y trabajadoras. Se creó la Asociación Secretariado General Gitano como entidad civil sin ánimo de lucro.

En realidad, la historia de la FSG comenzó a perfilarse hace más de 45 años cuando, animados por el Concilio Vaticano II, nacieron en los años 60 los Secretariados Gitanos, con la vocación de ofrecer de forma específica a las personas gitanas asistencia religiosa y social. La implicación personal de payos y gitanos, religiosos y seglares, puso entonces los cimientos de lo que en el futuro sería la Fundación. En aquella época, la educación era ya  una prioridad.

En los noventa fue tiempo de abrirse a Europa. La Unión Europea pone en marcha políticas para los más excluidos y ahí está el Secretariado dispuesto a que beneficien a la comunidad gitana. Con el nuevo siglo llegan nuevos aires. En 2001, la asociación se transforma en fundación y empieza a gestionar directamente fondos europeos, recursos  dirigidos a mejorar las condiciones de vida de la comunidad gitana. Es una de las primeras ONG de Acción Social que lo consigue.

Así, paso a paso, muchas décadas después, continúa avanzando en el apoyo al colectivo gitano. «Ayúdanos a transformar la vida de miles de personas gitanas», dice la campaña de captación de socios de la FSG, con aportaciones a partir de los 5 euros.