La familia Jiménez, 20 años superando lo inimaginable

Llevan décadas haciendo lo imposible, logrando lo impensable y superando lo inimaginable. De sobra es conocida su trayectoria entre la población no sólo leonesa, sino de toda la geografía nacional. Pero sus hazañas no pasan de moda. Y es que, la familia Jiménez sigue siendo, 20 años después, uno de los platos fuertes de las Fiestas de Santa Marta de Astorga. Cada año congregan a centenares de personas en la Plaza Mayor maragata para hacer alarde de sus habilidades, ‘sobrehumanas’ para la gran mayoría de la población. Y la ciudad astorgana, su ciudad,la que siempre llevan por bandera vayan donde vayan, se lo agradeció este verano otorgándole la medalla en conmemoración a todos estos años de dedicación.

Pero no sólo en Astorga siguen siendo actualidad. Los Jiménez recorren el país realizando sus números de fuerza, resistencia, y más de una, de dos y de tres veces han sido objeto mediático y protagonistas de la pequeña pantalla. La última ha sido recientemente, participando en la tercera edición, pendiente aún de emisión, del programa de televisión ‘Got Talent’ de Telecinco.

Esta saga de forzudos dejó boquiabiertos en la grabación a los miembros del jurado, compuesto por Risto Mejide, Eva Hache, Edurne y Jorge Javier Vázquez, que pudieron participar de sus hazañas comprobando, según afirma la familia astorgana, que «no hay trampa ni cartón».

Bili, de la segunda generación de los Jiménez, que como muchos otros miembros de su familia sigue los pasos de su padre Luis, el instigador de esta tremenda pasión por las artes marciales, asegura que «este espectáculo es de alto riesgo. «Hay momentos muy bonitos y otros graciosos, y la actuación fue bastante sorprendente. Creemos que va a gustar al público».

Los Jiménez continuarán poniendo a prueba sus habilidades con nuevos desafíos y números sobre los que están trabajando Su exhibición en ‘Got talent’ es, sin embargo, una de tantas que realizan a lo largo del año; y es que, ahí donde se les necesita están los Jiménez, que reconocen que siempre les han movido las causas solidarias, «y estaremos para ayudar a víctimas de catástrofes, enfermedades... mientras nuestro cuerpo nos lo permita», al igual que en su querida Astorga, donde esperan poder seguir actuando todo el tiempo que «nos sea posible». Este matiz es importante, porque como el propio Bili apunta, «este trabajo tiene unos riesgos enormes». Además de la dura disciplina a la que se someten a diario estos dedicados forzudos y su preparación mental, que la necesitan y mucho, está también el factor salud. «Tenemos que ser muy rigurosos con las revisiones. Hay que tomárselo en serio porque cualquier cosa de las que hacemos puede traer consecuencias serias a largo plazo», aclara.

Aún así a los Jiménez les compensa, y así lo han demostrado durante todos estos años y lo seguirán haciendo con más proyectos que tienen en mente, así como nuevos retos y números que seguirán sorprendiendo, si bien ya es difícil, a todos los presentes. Porque la pasión no pasa de moda y en los Jiménez la pasión se vive con dedicación y fuerza.