La dirección de La Puebla rechaza el cierre y avala la idoneidad de las instalaciones

Educación mantiene la posibilidad de echar el candado y reubicar a los 32 escolares en otros colegios de la zona el próximo curso dentro de la nueva estrategia de diversidad

D. Aldonza
07/04/2016
 Actualizado a 13/09/2019
El colegio La Puebla de Ponferrada tiene actualmente solo 32 alumnos y Educación plantea el cierre. | L.N.C.
El colegio La Puebla de Ponferrada tiene actualmente solo 32 alumnos y Educación plantea el cierre. | L.N.C.
Las aulas están vacías pero las paredes llenas. Al entrar al colegio La Puebla de Ponferrada no llama la atención la soledad en los pasillos ni el abandono al que ha durante años ha sido sometido por parte de las administraciones que han permitido que en la actualidad sobreviva abierto con apenas una treintena de alumnos de diferentes etapas educativas. Lo que salta a los ojos al visitar las instalaciones de uno de los colegios más antiguos de la ciudad son los dibujos pintados con tempera y acuarela, el olor a pintura fresca y el bullicio, que es el mismo que el de cualquier colegio.

Sin embargo, en La Puebla estas voces podrían apagarse el próximo curso y la directora del centro, Elisa Elena González, reconoce que sentiría «no mucha, muchísima pena» si finalmente la Consejería de Educación decide echar el candado al centro. De esta forma, la Dirección se posicionó ayer contra el cierre al defender la calidad del equipo docente y el buen estado de las instalaciones.

«Es un gran colegio con unos buenos profesionales, grandes instalaciones y todos los programas educativos, incluido el proyecto bilingüe», destacó González, quien avaló las «muchas posibilidades de futuro» del colegio La Puebla, ubicado muy cerca del centro de la capital berciana.

Sin embargo, desde la Consejería de Educación reiteraron este miércoles que «no se descarta el cierre y la reagrupación de los alumnos en otros colegios de la zona». Fuentes de la administración autonómica recordaron que el responsable de Educación, Fernando Rey, visitó las instalaciones de La Puebla recientemente y aseguraron que se consensuará con los profesores y las familias la decisión final sobre el colegio.

Actualmente, Educación está elaborando una nueva estrategia para evitar que haya centros con un alto porcentaje de alumnos de distintas nacionalidades o minorías étnicas. De hecho, Rey aseveró que «no se puede permitir que haya centros en los que el 100% de su alumnado sea de una misma etnia». Algo que sí ocurre en este colegio ponferradino, donde casi la totalidad de los escolares son gitanos.

Por su parte, José Javier Sánchez, integrante del equipo de Orientación Educativa de La Puebla, admitió que la falta de diversidad entre el alumnado es un problema, aunque, insistió, «tener un colegio en el centro de Ponferrada es un recurso muy importante para la ciudad». En esta línea, instó a la Junta a impulsar en el colegio «proyectos educativos diferentes e innovadores con pedagogías activas que motiven a otros padres a traer a sus alumnos aquí». «Hay que evitar que se formen guetos porque a nadie benefician», concluyó.

Así, la Dirección de La Puebla aprovechó para recordar a las familias que actualmente está abierto el plazo de matrícula para los niños que vayan a comenzar el próximo septiembre el primer curso de Educación Infantil. «Estamos en periodo de matrícula y niños de tres años no hay ninguno gitano, si entraran quince o veinte niños de las guarderías serían todos payos y podría haber una convivencia perfecta como hubo desde siempre», subrayó Elisa González, que recordó que llegó a haber matriculados en el centro 700 escolares.

«De aquí han salido abogados, médicos o profesores», apostilló González con el deseo de poder continuar contribuyendo a formar a los futuros profesionales del Bierzo.


"Estudiar no quiere dejar de ser gitano"

«De mayor quiero ser Superman». El deseo de poder volar ycombatir a los malos con capa y antifaz podría ser el de cualquier niño. Pero si esta meta es complicada para todos, llegar a ser médico, policía o arquitecto puede ser también una aspiración difícil de alcanzar para los jóvenes de etnia gitana. Un colectivo en el que la tasa de abandono escolar temprano es muy elevada y el absentismo un agravante para obtener buenos resultados académicos durante la etapa de educación obligatoria.

Con el objetivo de mejorar el rendimiento académico de los alumnos del colegio La Puebla de Ponferrada y de animarlos a continuar sus estudios, los institutos de Fuentesnuevas y Bergidum Flavium organizaron este miércoles un encuentro entre escolares en colaboración con la Fundación Secretariado Gitano de León.

Saúl, Sandra y Josué fueron este miércoles los tres protagonistas de este encuentro que se desarrolló en las instalaciones del colegio La Puebla, donde los tres estudiantes de Secundaria y Formación Profesional pudieron compartir su propia experiencia educativa y lanzar a los más pequeños un mensaje inequívoco: «Estudiar no quiere decir dejar de ser gitano y es vital para tener un futuro».

Este consejo es el de Josué, quien reconoció que el apoyo del profesorado del colegio Bergidum Flavium, en el que continúa su formación, fue esencial para no abandonar las aulas antes de tiempo. «En el instituto de Cacabelos siempre han insistido en que tenemos las mismas capacidades que cualquiera, se interesan por nosotros y nos presionan un poco para que estudiemos», afirmó.

De hecho, el centro de la Villa del Cúa inició el pasado curso el ‘Programa Promociona’ de la Fundación Secretariado Gitano y lleva varios años implicado con la educación y la mejora de las posibilidades profesionales del colectivo. Es uno de los institutos pioneros en la implantación de planes de atención a la diversidad con su proyecto ‘Taller de Manolo’ (en referencia al primer profesor que lo puso en práctica). Este programa proporciona a los alumnos con un rendimiento académico bajo una educación orientada a la iniciación profesional y diferente a las clases normalizadas.

Saúl fue uno de los primeros en estrenar el ‘Taller de Manolo’ en el instituto Bergidum Flavium y, según explicó ayer, le sirvió para «cambiar el chip». «Mi idea era quitarme de los estudios a los 16 años y andar en el mercado, pero cambié de opinión y ahora quiero seguir estudiando y tener un buen trabajo», dijo.

La precaria situación económica de los últimos años ha pasado factura a casi todos y los tres participantes en la charla reconocieron que la venta ambulante ya no es lo que era. «Del mercado ya no se saca nada, así que yo animo a los niños gitanos a estudiar para tener un trabajo con un sueldo a final de mes y también para realizarse como persona», comentó Sandra.

La joven estudiante de un ciclo formativo de Peluquería en el instituto de Fuentesnuevas señaló el «importante» papel de la familia para continuar con su formación. «Me apoyan desde el primer momento, por ellos estoy hoy aquí», reconoció al asegurar que si la decisión solo hubiera dependido de ella, a los 16 años hubiera abandonado la escuela.

Por su lado, la directora d el colegio La Puebla, Elisa Elena González, reivindicó que «los niños gitanos tienen las mismas oportunidades y posibilidades que el resto del alumnado y hay que aprovecharlas al máximo».A su juicio, este tipo de iniciativas contribuyen a que los escolares tengan «éxito» en su trayectoria profesional. Así, destacó que un antiguo alumno del centro está actualmente estudiando una carrera en la universidad y que ya ha tenido varias entrevistas de trabajo.

Por eso, que además de Superman, los niños de La Puebla quieran ser médicos, policías o peluqueros, demuestra que la escuela es una llave capaz de abrir muchas puertas, incluso las que durante años permanecieron cerradas con candado.
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