Un intenso amarillo atrae estos días las miradas de quienes circulan por las carreteras o pasean por los campos de la provincia. Los cultivos de colza alcanzan su máxima floración y tiñen cada vez más superficie en León. La presente campaña, cuya cosecha se desarrollará a principios de verano, llega casi a duplicar la superficie respecto al año pasado. En total son 3.800 las hectáreas que ocupa la colza, según los datos de la última comisión de estadística, que pueden ser revisados al alza cuando concluya el plazo de presentación de la PAC. El pasado ejercicio fueron 3.424, lo que ya supuso un ascenso importante respecto a la anterior campaña, con 2.322.
La colza es un cultivo en claro auge. La apuesta de los agricultores leoneses por él se debe a dos factores principales. Por un lado, las condiciones agronómicas favorables en septiembre y octubre en la provincia, con lluvias que facilitaron la nascencia. Por otro, el alto precio que ha alcanzado la oleaginosa en los mercados. Sin embargo, nada tiene que ver el incremento destinado a esta planta con la guerra en Ucrania, puesto que la siembra se produjo casi medio año antes de que comenzase una invasión que ha repercutido de forma indudable en el campo.
Las precipitaciones de finales de septiembre y principios de octubre han permitido que la planta se desarrolle con normalidad. "Es el cultivo que primero se siembra en toda Europa", explica el secretario general de Asaja León, José Antonio Turrado. "El problema es que mientras en Europa llueve, aquí no siempre, y si no llueve no nace", lo que provoca una "inestabilidad" en el número de hectáreas que se dedican cada año a su siembra en función de la meteorología de esos meses. La colza se da tanto en parcelas de secano como de regadío en la provincia, aunque en las segundas "no puede competir en rentabilidad con el maíz", por lo que no resulta tan atractivo para los agricultores. Según los datos oficiales, este año son 2.500 las hectáreas dedicadas a este cultivo en secano y 1.300 en regadío.
La colza es un producto ‘maldito’ en España por una intoxicación que poco tuvo que ver con la propia plantaLos campos amarillos se extienden por la comarca de Sahagún o Esla-Campos pero también hay fincas repartidas por la Sobarriba o los secanos de Astorga o La Bañeza. "Es un cultivo que se implanta razonablemente bien incluso en terrenos de peor calidad, aunque haya que hacer más cosas y genere más gastos, se puede conseguir una producción decente en terrenos más marginales", asegura Turrado.
La siembra temprana se lleva a cabo para que la planta esté lo suficientemente desarrollada en el invierno para aguantar las heladas. Entre las peculiaridades del cultivo, se encuentra la necesidad de aportar una importante cantidad de abono mineral para lograr buenas producciones. "No es un cultivo fácil porque no hay ningún cultivo fácil", asegura el secretario general de Asaja León. Al contrario que los cereales de invierno, no se vería tan afectado por la falta de lluvias en primavera, puesto que está más adelantado y se encuentra en floración.
La cosecha de principios de verano llegará, previsiblemente, con precios altos para esta oleaginosa que se destina principalmente a la producción de aceite y a la alimentación animal, como aporte de proteínas. "Los mercados internacionales están altísimos y según como está cotizando en los mercados de futuro sería razonable pensar en que pueda valer 800 euros la tonelada cuando se venda en el mes de julio", explica Turrado. Este precio es más del doble respecto a hace solo dos años, cuando se situaba en unos 350 euros por tonelada. Según las previsiones, la producción se acercará a las 9.000 toneladas, por lo que su valor podría superar los 7 millones.
La cosecha de estas casi 4.000 hectáreas de colza de la provincia irá destinada en buena medida a los mercados internacionales de una forma u otra, puesto que el principal producto de la planta es un aceite "maldito" en España a raíz de la intoxicación masiva que tuvo lugar a principios de los años 80 y que, a pesar de no tener que ver directamente con la planta si no con una desnaturalización del producto que contenía una sustancia tóxica, ha generado prejuicios que se extienden hasta nuestros días. Su uso, sin embargo, está extendido en el norte de Europa.
La colza gana terreno y extiende su amarillo por el campo leonés
Las lluvias del comienzo del otoño y el alto precio en los mercados favorecen el auge del cultivo, que ocupa cerca de 4.000 hectáreas
03/05/2022
Actualizado a
03/05/2022
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