Los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe) facilitados a este periódico por la Subdelegación del Gobierno fijan en un total de 691 los desempleados de la provincia que han capitalizado su prestación entre el uno de enero y el 31 de agosto de este año.
Se trata de una medida estatal que persigue principalmente el fomento de iniciativas de empleo a través del pago único del paro a aquellos beneficiarios que se incorporen de forma estable a una cooperativa o a una sociedad laboral o mercantil, que quieran constituirlas o que vayan a iniciar una actividad como trabajadores autónomos. En este sentido, un total de 318 desempleados leoneses han cobrado todo el paro de una vez para poner en marcha una empresa, mientras que los 373 restantes han utilizado este sistema para ir haciendo frente a las cuotas que deben pagar como autónomos.
El Sepe también ha proporcionado la estadística referida a todo el año 2014. En este caso, la cifra total de beneficiarios de este sistema de capitalización del desempleo en la provincia de León fue de 1.255, de los que 605 utilizaron el dinero para constituir una empresa y 650 para lo hicieron únicamente para ir pagando cada mes las cuotas como trabajadores autónomos.
El riesgo que asumen estas personas para volver a integrarse en la actividad económica es elevado. Puede que el nuevo negocio no funcione, lo que les dejaría sin ningún tipo de ingreso, al haber recibido ya la totalidad de la prestación por desempleo generada en anteriores etapas profesionales.
"No sabes cómo te va a ir, pero lo prefiero a no poder trabajar"
Luis Enrique Rebollo Vega tiene 44 años y es fontanero. Estuvo 13 años trabajando en una empresa que tenía medio centenar de empleados. Era la época del boom de la construcción, pero estalló la crisis y el negocio empezó a caer. Al final quedaron únicamente tres trabajadores y el despido acabó llegando.
Pero hace ya dos años que se dio de alta como autónomo gracias a la capitalización de la prestación por desempleo, lo que le permite ir abonando mes a mes las cuotas que le corresponden. Así nació Teinsa León. Trabaja el sólo, porque «no hay mercado para más, al menos de momento», pero está contento. «Al principio me costó, pero el boca a boca hace mucho y creo que he tenido suerte», relata Luis.
Paga 286 euros al mes como autónomo y aún le queda remanente para un año gracias al dinero de su prestación. «Es el mínimo, porque no sabes cómo te va a ir, pero prefiero esto que cobrar el paro, porque no podría trabajar. Hay gente que cobra el paro y trabaja en negro, lo que perjudica a los que hacemos las cosas legalmente», apunta.
Aunque se muestra contento con su nueva etapa laboral, Luis lamenta que no haya más ayudas a los mayores de 40 años que quieren emprender. «No nos dan ayudas para nada a la hora de empezar», dice.
Pese a que esta herramienta impulsada por el Gobierno ha servido para abrir nuevos horizontes laborales para personas que perdieron su anterior puesto de trabajo, este fontanero leonés recuerda también la cara negativa de la situación. «Crece bastante el número de autónomos como yo, pero eso es en muchas ocasiones porque las empresas no quieren contratar. Prefieren llamarnos a nosotros y pagarnos lo que sea por un trabajo mientras asumimos nuestras cotizaciones», señala finalmente Luis.