La calefacción central en los edificios

Qué pueden esperar los usuarios de la calefacción central en su vivienda

L.N.C.
18/05/2015
 Actualizado a 06/09/2019
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El servicio de calefacción y de agua caliente sanitaria en las viviendas es necesario para asegurar un nivel de confort adecuado en nuestra vida y para que este no se vea amenazado, las instalaciones que lo cubre deben cumplir los siguientes aspectos esenciales, ser seguras, económicas y respetuosas con el medioambiente.


Las instalaciones individuales permiten un control mucho más directo por parte del consumidor, tanto en horarios de uso como en temperaturas ambiente en la propia vivienda, sin tener dependencia del resto de vecinos, mientras que las soluciones centralizadas evitan el tener generadores de calor en la propia vivienda y por tanto tener que responsabilizarse de que se realicen las tareas de mantenimiento de los equipos, pero se pierde el control sobre cuándo y cómo utilizar la calefacción.


Centrándonos en los edificios con instalación central, en primer lugar debemos ver en qué situación se encuentran actualmente y a continuación ver qué soluciones alternativas están disponibles para mejorar nuestra situación.


Hoy, las instalaciones centrales, para garantizar su seguridad, deben cumplir una serie de obligaciones como el disponer de un contrato por escrito con una empresa mantenedora autorizada que realice periódicamente una serie de actividades de revisión y control que garanticen que la producción y distribución de calor se haga de manera eficiente, es decir, que para cubrir el servicio se gaste la menor cantidad de energía posible, que se dispondrá del mismo en los momentos que hemos decidido y que los humos que se emiten a la atmósfera contienen menos contaminantes que los máximos establecidos en la legislación.


Por otra parte, las instalaciones deben estar debidamente legalizadas, disponiendo del correspondiente expediente técnico en la Administración que permita en todo momento conocer las características de la instalación térmica existente y que en los momentos de cambio en la misma, se realicen las mejoras mínimas exigibles. En particular, cada vez que se sustituyen las calderas centrales por unas nuevas, se debe presentar un proyecto técnico, tramitado ante la Administración, que garantice que las medidas mínimas de seguridad y de eficiencia se cumplen en esa reforma.


Estos dos aspectos indicados son de la máxima importancia, ya que si no se cumplen, ante cualquier incidente que ocurra relacionado con esta instalación, puede conllevar una responsabilidad por parte de la Propiedad, con incluso una retirada de coberturas por parte de las compañías aseguradoras, ya que esta propiedad no ha cumplido con sus responsabilidades.



 

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