El jurado popular declara al acusado del crimen de La Torre culpable de asesinato

La acusación particular eleva su petición de pena de 20 a 22 años, la fiscal mantiene 22 años y la defensa, que consideraba que "no procedía alguna", reclama ahora "la mínima permitida"

05/03/2024
 Actualizado a 05/03/2024
El acusado del crimen de La Torre, Jorge C.B. a su llegada este martes a la lectura del veredicto del jurado en la Audiencia. | SAÚL ARÉN
El acusado del crimen de La Torre, Jorge C.B. a su llegada este martes a la lectura del veredicto del jurado en la Audiencia. | SAÚL ARÉN

Culpable de asesinato. El jurado popular ha decidido que Jorge C.B., el acusado del crimen del universitario Mario Fuentes en La Torre en mayo de 2021, es culpable del delito de asesinato. Lo acordaron por mayoría, con siete votos a favor y dos en contra. Rechazaron, además, tanto la petición de suspensión de la pena como la de indulto con un pronunciamiento “desfavorable por unanimidad”. Una vez escuchada la valoración del jurado, la fiscal, Laura Campillo, señaló que “a la vista del veredicto” mantenía su petición de 22 años de prisión para Jorge C.B., mientras que la acusación particular, ejercida por Fernando Rodríguez Santocildes, que venía reclamando 20 años de cárcel, elevó la suya también a 22 años. Por su parte, el letrado de la defensa de Jorge C.B., Enrique Arce Mainzhausen, recordó que estimaba que “no procedía pena alguna” y solicitó que se le imponga “en este caso la mínima permitida”.

En un gesto inusual, el magistrado permitió al acusado pronunciarse tras escuchar al jurado y a las partes y este, como había hecho ya en dos ocasiones anteriores, reiteró sus “más sinceras disculpas a la familia”. “Espero que puedan pasar página y seguir con su vida de la mejor manera posible. No tengo nada más que decir”, concluyó. Los padres de la víctima, Mario Fuentes, no pudieron evitar las lágrimas y se fundieron en un abrazo una vez finalizada la sesión.

El portavoz del jurado popular señaló que, tras haber “deliberado sobre los hechos”, han considerado probado por unanimidad que Jorge C.B., alrededor de las 3:50 del 16 de mayo de 2021, acudió a un botellón en las inmediaciones de la calle El Tejo, en un descampado, en el que participaban bastantes jóvenes. También que “en el mismo lugar y a la misma hora” estaba Mario Fuentes. Que hubo una pelea que se inició “por causas desconocidas” y que Jorge C.B. “esgrimió la navaja” que llevaba, que Mario “salió corriendo” y que Jorge le “dio alcance” en un giro y que, tras recibir la puñalada y mientras Jorge “huía”, el joven “fue atendido”. “Con arreglo al protocolo se le estabilizó”, aunque “su estado era crítico”.

También por unanimidad aprobaron que Mario sufrió una “herida penetrante” que le seccionó músculos, le fracturó una costilla y le perforó el pulmón y la arteria pulmonar, lo que le causó una “hemorragia masiva” que fue “imposible estabilizar” y que terminó en muerte. Valoraron, además, como cierto que se comprobó que la víctima estaba afectada por Covid y que tenía también una “herida estrellada” en la región temporal derecha y que ni el Covid ni la “hiperplasia” hallada en su pulmón influyó de ninguna manera en su muerte. Estuvieron de acuerdo en que Jorge C.B. presentaba un hematoma en el tabique nasal y dolor en el hombro derecho, pero advirtieron que “no se acreditó” que fuera la víctima, Mario Fuentes, quien causara estas lesiones al acusado.

Otros hechos probados por unanimidad fueron que Jorge C.B. salió corriendo del lugar y luego se dirigió en coche a las inmediaciones de Navatejera, donde lo recogieron y lo trasladaron a su casa y que hacia las 11:30 horas del 16 de mayo de 2021, la mañana después de los hechos, estaba en su vivienda cuando llegó la Policía y “se negó a abrir la puerta”. También estuvieron de acuerdo en que “apareció un abogado que lo convenció” para que saliera y que entregó la navaja, pero que esto “no fue relevante para la resolución del caso” y que su teléfono móvil estaba “destrozado” encima de la cama. Jorge ha ingresado 10.570 euros -algo más de 5.000 entregados de forma efectiva- “para reparar o disminuir el daño a la familia de la víctima”. Lo que se le reclama son 200.000 para los padres y 90.000 para el hermano y esto, argumentaron, “no ha disminuido el daño moral”. Ese fue el último punto del objato del veredicto en el que el jurado manifestó total consenso. Por mayoría, con el ‘sí’ de siete de los miembros y el ‘no’ de otros dos, consideraron que Jorge actuó “con ánimo de acabar con su vida” y que le propinó el navajazo “de forma súbita”, por lo que “Mario no tuvo posibilidad de defenderse” y el acusado era “consciente” de ello.

Como hechos no probados señalaron que no se puede afirmar que Mario causara las lesiones de Jorge C.B., o que este tenga una alteración psíquica “que le impida conocer o percibir la realidad”, ni total ni parcialmente. También que en el momento de los hechos estuviera “completamente bajo los efectos de las drogas” o incluso de una forma “no total” o que hubiera “ingerido una notable cantidad de alcohol” que hacía difícil comprender lo que hacía. Por mayoría de 7 a dos votos, rechazaron que su afectación pudiera ser “parcial” y, de forma unánime, que el hecho de abrir la puerta a la Policía y entregar el arma fuera algo “relevante para la investigación”, así como que la cantidad económica entregada a los padres suponga “una efectiva reparación del daño”.

"Murió de una manera traicionera"

El abogado que representó a la familia de Mario Fuentes en el juicio, Fernando Rodríguez Santocildes, señaló este martes tras la lectura del veredicto que «no se puede hablar en ningún momento de satisfacción», pero que la sensación sí que es de «tranquilidad» por haber conseguido trasladar al jurado que lo que la acusación particular venía manteniendo «durante la instrucción y el juicio es lo que realmente había sucedido». «Mario murió de manera traicionera, asestándole una puñalada de 16 centímetros en el pecho cuando huía de su agresor y sin posibilidad de defenderse», advirtió. Indicó también que «no hay justificación ninguna. No hay nada que atenúe la responsabilidad de este señor, que no estaba bajo los efectos de las drogas, ni colaboró con la policía, ni ha reparado absolutamente ningún daño». «Fue una actuación deliberada, consciente y que el tribunal del jurado ha calificado como asesinato», concluyó. Respecto a su modificación de la pena, que elevó de 20 a 22 años, advirtió que lo hizo "teniendo en cuenta que no concurre ninguna circunstancia atenuante que justificara la minoración" y, sobre todo, dada "la gravedad de los hechos y el dolor inmenso que ha supuesto para una familia que de por vida se verá destrozada, incluso después de que este señor cumpla su condena y salga de la cárcel".

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