Izagre y Albires, cuatro días fuera de cobertura

Los vecinos de Izagre y de Albires están hartos. Si quieren coger cobertura con su teléfono móvil tienen que cambiarse de pueblo porque en los suyos no la tienen. Así están las cosas esta semana por estas dos localidades del sur de León donde ya están cansados de no poder hacer ni recibir llamadas en los teléfonos móviles que pertenecen a la operadora Movistar. Desde el Ayuntamiento del municipio, ubicado en Izagre, ya no sabían qué hacer para resolver una avería que comenzó el lunes y para la que han recibido solución este jueves a última hora del día. 

Se cansan de llamar a Movistar pero «no dan ninguna explicación más que hay una avería en el repetidor de telefonía de Albires», el encargado de surtir de cobertura la zona. «¿Es posible que desde el lunes no haya puesto nadie remedio a la avería?», lamentan. El alcalde, Enrique Santervás, ha llamado en repetidas ocasiones a la compañía telefónica pero los operadores «no saben decir si nos lo van a arreglar o qué van a hacer», denuncia. «Así no podemos seguir más, y al no tener una respuesta firma de la empresa pues estamos desesperados», reconoce.

El repetidor que supuestamente está averiado está ubicado en la localidad de Albires, perteneciente al municipio de Izagre. Desde allí surte de cobertura «a unos cinco kilómetros a la redonda». «Somos poca gente y parece que no nos quieren hacer caso», comentan desesperados algunos vecinos maldiciendo «el abandono de las telecomunicaciones al que está sometido el medio rural». Esperan que la situación se solucione cuanto antes y que sus móviles vuelvan a recuperar la cobertura porque incluso «hay personas mayores que no tienen teléfono fijo, viven solas y estos días están completamente incomunicadas en caso de que pase algo».

La situación no es nueva para ellos, que en anteriores ocasiones también han sufrido importantes cortes de línea en la red fija, como tampoco lo es para muchos otros municipios de la provincia de León donde tener algún día buena cobertura parece cosa de un milagro, al igual que pasar un mes entero sin que no haya algún día en el que falle la línea o internet. «Una vergüenza», comentaban este jueves en Izagre, resoplando y negando con la cabeza.