Herrero insistió ayer en declaraciones a este periódico que su renuncia no se debe a problemas con el alcalde, Gregorio Chamorro, sino solo por estos motivos laborales. "Me voy por dignidad, porque no podría dedicarme a una Concejalía tan potente", apuntó Herrero, quien destacó que no se quiere "aferrar al cargo" pese a que Chamorro le ha dado todas las facilidades para que pudiera cumplir hasta las elecciones de mayo.
El edil, afiliado al PP desde el año 1990 y que seguirá perteneciendo al partido, apuntó que el balance de estos tres años y medio es "positivo, pese a que ha sido muy difícil". "Me llevo varios amigos, y no solo políticos, de este tiempo, porque por encima de la ideología y del partido está lo humano", agregó Herrero, que descartó que a corto plazo pueda volver a la política.
"Además de ser serio, hay que parecerlo, porque si ahora me voy porque tengo mucha carga de trabajo, no es normal que volviera en mayo, cuando además no sé si tendré menos ocupaciones", especificó el ya exconcejal de San Andrés.
De hecho, en el caso de que hubiera renunciado a ser formador de maquinistas, dejaría con solo un profesional de este tipo en la provincia, lo que complicaría la puesta a punto de la tan ansiada llegada de la Alta Velocidad a León.
"Mi vida depende de Renfe, y además no tenía dedicación exclusiva en el Ayuntamiento de San Andrés", aseveró Herrero, que culmina así su primera experiencia política con responsabilidad directa de gestión.