"Hemos visto como las llamas pasaban por encima de nuestras casas"

En Forna los vecinos han vivido unos días "dantescos" según explica el propio alcalde pedáneo, Andrés Gavella. Relata como este jueves, después de despejarse un poco el humo, vieron que el fuego había estado a un metro de sus casas

T.G.
24/08/2017
 Actualizado a 17/09/2019
Incendio en el municipio de Encinedo. | ICAL
Incendio en el municipio de Encinedo. | ICAL
Este jueves en Forna se sienten afortunados. Es una paradoja si se contempla el pueblo y sus alrededores, donde todavía quedan llamas y donde el paisaje verde ha dado lugar a uno carbonizado. Pero en el pueblo "ya no queda nada por quemar", explica el alcalde pedáneo, Andrés Gavella. Este jueves, que ya han pasado de largo las llamas por allí, lo que queda es humo y el susto en el cuerpo sobre todo cuando se despejó algo la espesa humareda de este miércoles que obligó a muchos vecinos a abandonar sus casas. Fue entonces, cuando clarearon las calles de Forna cuando pudieron ver como a un metro de las casas estaban las hierbas carbonizadas. "Lo que hemos vivido ha sido dantesco, las llamas pasaban por encima de nuestras casas", recuerda. A pesar de ello, los daños materiales no fueron tantos como llegaron a temer y se quemaron seis pajares y dos casas que llevaban años deshabitadas según él mismo explica. 

Andrés está agradecido a todo aquel que ha contribuido a parar la "barbarie" del incendio de La Cabrera. "Quien ha provocado esto es un malvado y un delincuente", cuenta tras pedir a las administración "prevención, prevención y prevención". Se plantea el coste de tener a forestales trabajando todo el año para mantener limpios los montes y los bosques. "Estoy seguro que sería eso mucho más barato que todo el despliegue que se está haciendo cuando ya no queda mucho por hacer con las llamas descontroladas", dice. Y lo dice aliviado, porque sus vecinos, en buena parte gente mayor, puede volver a sus casas después de pasar la noche en Encinedo y porque "la gente que está trabajando en la extinción está haciendo todo lo que puede". 

"Este miércoles por la noche, desde Encinedo, mirábamos para el pueblo y estaba todo rojo", relata. "Esperábamos lo peor y algunos volvimos a Forna para cuidar las casas y evitar que entrara el fuego en ellas". Un día después, compara Forna como el lugar en el que se ha librado una gran batalla: "Queda el humo". 
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