Gusendos de los Oteros ha vuelto a demostrar que la creatividad, el compromiso vecinal y el amor por las tradiciones pueden transformar un pueblo. Este pequeño municipio leonés ha engalanado sus calles con más de 200 mandalas de ganchillo para celebrar su fiesta de verano, que tiene lugar este primer fin de semana de agosto.
Las coloridas piezas textiles, elaboradas a mano por el grupo de mujeres de la Asociación Cultural Santa Cecilia durante todo el año, decoran ya 12 calles del municipio, convirtiendo el casco urbano en un vistoso mosaico al aire libre. La iniciativa, que combina arte y participación ciudadana, se ha convertido en todo un símbolo de identidad local.
Además del trabajo artesanal, los vecinos de Gusendos de los Oteros han colaborado activamente en la colocación de las mandalas, utilizando estructuras de PVC diseñadas para mantenerlas visibles y resistentes a las inclemencias del tiempo. Una labor colectiva que, más allá del resultado estético, ha reforzado los lazos comunitarios.

"Estas mandalas de ganchillo no solo embellecen las calles, también representan valores como la unidad, el equilibrio o la eternidad", destacan desde la Asociación Santa Cecilia. Con sus formas circulares y patrones repetitivos, evocan la armonía del universo y el deseo compartido de celebrar la vida en comunidad, especialmente en un entorno rural que lucha contra la despoblación en la España vaciada.
Desde la organización se ha agradecido especialmente el apoyo de la Diputación de León, a través del Instituto Leonés de Cultura, así como del Ayuntamiento de Gusendos de los Oteros, su Pedanía y los numerosos vecinos implicados en el proyecto.
Tras el éxito del árbol navideño de ganchillo de seis metros instalado el pasado invierno, Gusendos de los Oteros vuelve a apostar por la creatividad colectiva como motor de dinamismo social. Las fiestas populares del municipio, que se desarrollan durante este fin de semana, incluyen verbenas musicales, una parrillada comunitaria para más de 200 personas, juegos populares y actividades deportivas para todos los públicos.
Un ejemplo más de cómo el arte, la tradición y la participación vecinal pueden convertir un pequeño pueblo de León en un gran referente cultural y comunitario.