Flora Tristán: 50 años de feminismo "en primera línea"

La Asociación Feminista Leonesa Flora Tristán cumple medio siglo de vida mientras repasa cuáles han sido las conquistas del movimiento para alcanzar una sociedad igualitaria

05/03/2025
 Actualizado a 05/03/2025
Herminia Suárez y Encina Gutiérrez forman parte de la Asociación Feminista Leonesa Flora Tristán desde poco después de sus inicios. | SAÚL ARÉN
Herminia Suárez y Encina Gutiérrez forman parte de la Asociación Feminista Leonesa Flora Tristán desde poco después de sus inicios. | SAÚL ARÉN

Sumidas de lleno en «tiempos de revolución y de cambio». Así es como nació la Asociación Feminista Leonesa Flora Tristán que este 2025 cumple 50 años de supervivencia mientras acarrea un logro: ser la única asociación feminista de España que ha permanecido en activo durante tanto tiempo.

El CCAN (Club Cultural de Amigos de la Naturaleza) fue el lugar que vio nacer a la Flora Tristán ‘leonesa’, como a tantos proyectos de activismo que comenzaron a surgir en los últimos momentos del franquismo de forma clandestina y con carácter progresista. «Estábamos deseosas de que se modificaran las condiciones de vida, y particularmente las condiciones de vida de las mujeres», recuerda Herminia Suárez, actual presidenta e integrante de la Asociación desde el año 1982, y quien explica, junto a su compañera Encina Gutiérrez, que las mujeres «siempre han estado en primera línea, luchando al lado de los hombres, reivindicando derechos y conquistas». Sin embargo, «los problemas específicos de las mujeres no eran prioritarios dentro de las demandas de la izquierda», lamenta, razón por la que que decidieron unirse en el 1975 para pasar a legalizarse en el año 1977.

Flora Tristán nació como la Asociación Leonesa de Mujeres (ALM), así se lee en su carta fundacional. El ‘apellido’ feminista apareció después, pero sí era un calificativo claro y necesario para ellas como así estaba incluido en sus primeros estatutos. Recuerda Herminia Suárez que «hubo una época en la que llamarse feminista era un insulto» y esa era la razón por la que las personas «no se vinculaban a la lucha». «El pensamiento crítico genera problemas porque hay que deconstruirse de muchas cosas», razona la presidenta, «tienes que exigir mucho a quien tienes al lado –sobre todo cuando tienes hijos y estás casada– porque quizá no está dispuesto a colaborar, y por eso se generaban problemas en las familias», añade.

En este sentido, Encina Gutiérrez habla de su propia experiencia la primera vez que se acercó al CCAN para asistir a una reunión de Flora Tristán. «Salí escandalizada», reconoce. «Cuando escuchas cuál es la situación de las mujeres desde la crítica feminista, no te lo crees. Has normalizado tanto la desigualdad, que sales desgarrada por dentro hasta que lo asimilas», cuenta al recordar su primera experiencia. «Ahora la sociedad tiene otra conciencia y otra formación», admite.

"Las mujeres siempre han luchado por los derechos comunes, pero lo específico para ellas no era prioritario"

El objetivo inicial de Flora Tristán era el de conseguir la independencia económica para la mujer, que traería su «liberación» como consecuencia. El primer paso para conseguirlo fue una modificación en el Código Civil que se hizo en 1975. Hasta el momento, la norma decía que «las mujeres casadas eran equivalentes a los menores de edad, a los locos dementes, y a los que no sabían escribir», recuerda Herminia. «Esa era la equiparación», lamenta, «tenían que pedir permiso al marido para todo, dentro y fuera de casa». «La Sección Femenina intentó atribuirse el logro, pero fse celebró el Año Internacional de las Mujeres en México y el franquismo lo modificó por presiones externas», detalla la presidenta de Flora Tristán. 

La modificación se considera uno de los grandes pasos en aquellos inicios de la Democracia para conseguir la ansiada «liberación» de las mujeres, pero si querían su incorporación al mundo laboral «se necesitaban otra serie de servicios, porque las mujeres tenían que conciliar», detalla Encina. Unos servicios –o derechos– que siguen reivindicando cincuenta años después. 

Otro hito de aquellos años posfranquistas fue la conmemoración del primer 8 de marzo, del que también son consideradas precursoras en León. Encina Gutiérrez incide en que «no había manifestaciones, pero sí conferencias y Flora Tristán organizaba actos en León». Fue más tarde, en los 80, «cuando se unieron las Secretarías de la Mujer de los sindicatos», añade. La ALM Flora Tristán envió su primer comunicado de prensa con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora en 1978 en el que ya dejaban claro que «la condición de trabajadoras en esta sociedad la tiene toda mujer, trabaje o no fuera de casa» y que se publicó en ‘La Hora Leonesa’.

Conquistas feministas

Durante este repaso al recorrido de la Asociación salen otros acontecimientos destacados que fueron importantes para las integrantes y se hicieron extensivos al resto de la sociedad leonesa. Bajo el paraguas morado de Flora Tristán nació la Asociación Leonesa Simone de Beauvoir en 1986 y la casa de acogida para mujeres maltratadas un año después. Fueron también precursoras del primer centro de planificación familiar de la provincia. Más tarde, en los primeros años de la década de los 90, crearon Adavas León, otra entidad que busca ofrecer recursos a las víctimas de violencia sexual. Herminia Suárez era la encargada de la asesoría jurídica en aquellos años en los que los malos tratos «eran un asunto privado». «Las mujeres contaban su problemática y después tenían que volver a casa con su maltratador», lamenta. Una cuestión que cambió cuando el maltrato se tipificó como delito en 1984, y para la que las víctimas cuentan con más protección en la actualidad pero que todavía es clave en la agenda feminista. «La violencia contra las mujeres está normalizada, forma parte de la cultura social; y, que ante un hecho tan grave como este la gente no se conmueva me parece muy duro», denuncia la presidenta de Flora Tristán. Por ello, piden a las administraciones más campañas de sensibilización y prevención que pongan el foco directamente en los agresores.

"El movimiento feminista es transformador, y los hombres solo han hecho cambios adaptativos"

Y es que, la educación se mantiene como un aspecto clave en la consecución de objetivos sociales. Lo era a finales de los 70, cuando las mujeres «no tenían trabajo porque no habían podido acceder al ámbito educativo», comenta Herminia Suárez, pero «cuando entraron, lo hicieron en masa y dejaron atrás a los hombres», añade. Sin embargo, considera que las mujeres comenzaron a aparecer en el mercado laboral con una «mochila», la del «trabajo privado doméstico» al que los hombres «no han entrado o no lo han hecho en la medida que debían», denuncia. Por eso, Encina Gutiérrez hace uso de la frase «detrás de un hombre siempre hay una gran mujer», para apostillar que «es la que ha permitido que así lo sea, porque le ha lavado la ropa, le ha cocinado y le ha cuidado a los hijos». Herminia y Encina están de acuerdo en que los cambios llevados a cabo por las mujeres han sido «muchos» y los de los hombres «muy pocos». «Ellos han hecho solo cambios adaptativos, no de transformación», añade. Ponen como ejemplo los permisos de paternidad que se han igualado gracias al «movimiento feminista», pese a que aseguran que la ley no se ha modificado exactamente como pedían. «Solicitábamos que fueran intransferibles, pero queríamos que fuesen sucesivos, primero uno y luego otro, para que el hombre se responsabilizara realmente del cuidado y fortaleciera el apego con los niños, pero la ley no lo determinó así», comentan.

Tolerar la frustración y que las reclamaciones no salgan exactamente como quisieran, es algo con lo que han convivido las feministas de Flora Tristán desde el comienzo de su existencia. Pero no se cansan. «Toda la vida creí que el mundo iba a cambiar y que lo íbamos a conseguir, pero vamos dando pasos y parece que el objetivo se aleja cada vez más», dice Herminia Suárez, pero «tenemos que seguir luchando, si no lo hacemos nosotras, ¿qué va a pasar?»

Desde Flora Tristán consideran que los contextos «han cambiado» en estos últimos cincuenta años y se han producido eventos –como el Caso de La Manada, «que consiguió llegar a las generaciones más jóvenes», o las manifestaciones multitudinarias de 2018 y 2019–, que hicieron que el feminismo volviera a ocupar un lugar destacado dentro de la agenda social. Sin embargo, «el patriarcado ha calado y ha ha hecho daño», dice Encina, así como «el transactivismo que ha entrado dentro del feminismo como un caballo de Troya», lamenta, que en León provocó en su día la división de la Comisión 8M, junto a unas discrepancias «antagónicas» sobre la abolición de la prostitución, la pornografía y los vientres de alquiler. Todo ello acompañado por «el avance de la ultraderecha que está haciendo un daño increíble», añade Encina.

Si los inicios hace medio siglo fueron ilusionantes, en el presente sigue siendo importante la lucha, como lo será mirando hacia el futuro. En la Asociación Feminista Leonesa Flora Tristán no van a bajar los brazos:«Hay muchas brechas que planteamos en el año 1975 que aún no se han cerrado».

Conciencia y cultura para ‘agitar’ a la sociedad leonesa

La Asociación Feminista Leonesa Flora Tristán también ha actuado como agitadora cultural y social durante este medio siglo de vida.

Herminia Suárez y Encina Gutiérrez recuerdan la ‘Semana Mujer Cultural’, un compendio de actividades que se focalizaban en darse a conocer. Un ejemplo son las actividades de ‘Planificación Familiar’ o de ‘Sexualidad en nuestra cultura’ que ya aparecieron en las segundas jornadas que organizó esta Asociación en León en el año 1982. Junto a ellas, otras propuestas culturales que pasaban por proyecciones cinematográficas, mesas redondas o exposiciones de libros. Su labor no solo se quedaba en León, ya que las mujeres de Flora Tristán han ofrecido charlas por toda la provincia y también fuera de estas fronteras.

La Asociación participó en el año 2000 en ‘Feminismo.es y será’, unas jornadas que se celebraron en Córdoba y a las que asistieron como ponentes en un taller sobre el lenguaje que tuvieron que repetir dado su éxito. «Consideramos que el lenguaje está muy relacionado con el pensamiento, y para nosotras es importante», explica Herminia Suárez, «si no lo manejamos bien, nos estamos invisibilizando», añade.

Ahora, una vez han soplado las velas de su 50 aniversario, la Asociación tiene preparadas unas cuantas actividades para conmemorar su existencia en la provincia y que se extenderán hasta el mes de octubre. 

¿Quién era Flora Tristán?

Hija de un coronel del ejército español de ascendencia peruana y de una mujer francesa, Flora Tristán desarrolló en la Europa del siglo XIX su trabajo como filósofa, escritora y activista. «Fue una mujer importante en la vida de las mujeres de la época», explica Herminia Suárez, y su figura fue escogida para representar a la Asociación leonesa por «la relevancia que tiene en la historia feminista y también socialista», añade la presdienta. Flora Tristán estuvo enormemente comprometida con la clase obrera y «tenía conciencia de clase y de sexo», apostilla Encina Gutiérrez. Su labor pasa también por denunciar la prostitución, sobre la que se documentó con diversos estudios de campo y que consideraba «la más horrible de las aficiones producida por la distribución desigual de los bienes del mundo».

 

Archivado en
Lo más leído