Flor de Juan: "Que nuestros mayores sigan siendo importantes"

Este es el deseo de la la gerente de Alzheimer León cuya actividad ha suspendido el Covid, unos servicios que prestan a diario a 350 personas

Ical
10/04/2020
 Actualizado a 10/04/2020
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Las personas mayores integran el colectivo más vulnerable ante el Covid-19. Parte de ese grupo de máximo riesgo lo forman quienes padecen algún tipo de demencia, que son a quienes dedican su atención y esfuerzos los integrantes de Alzheimer León. La directora gerente de la asociación, Flor de Juan, repasa para Ical la situación actual y la realidad futura que puede dibujar la pandemia.

La entidad presta servicio a diario, con una plantilla de 70 personas, a unos 350 usuarios (más de 40 en Santa María del Páramo, otros tantos en las instalaciones del Colegio de Huérfanos Ferroviarios -CHF- en la capital y el resto en las dependencias de la calle Fotógrafo Pepe Gracia, también en León) a los que el coronavirus ha dejado totalmente en manos de sus familiares o cuidadores habituales.

Suspendieron su actividad el 14 de marzo y desde días antes tomaban la temperatura a los usuarios, les lavaban las manos varias veces y se prohibieron las visitas y los accesos externos. Ahora no se atiende a nadie de forma presencial y se ha establecido un sistema de apoyo informativo y emocional vía telefónica del que se hacen cargo los trabajadores sociales y los psicólogos. Es la forma de ofrecer al menos algo de asesoramiento y comunicación a quienes han visto cómo perdían un servicio esencial para los familiares de estos pacientes.

“El respiro que les podíamos facilitar y la conciliación, ocho horas al día en el mejor de los casos, se suman a la carga que tenían. Lo llevan heroicamente”, comenta antes de aludir a la sobrecarga física y emocional importante que viven las familias, con el temor añadido de ser población diana. También mantienen contacto con la Policía Nacional por si se detectase algún caso en el que fuese necesaria la intervención de los agentes.

A algunos familiares el plantearse hacer uso de la posibilidad de salir a dar un paseo les implica el miedo al contagio y también hay preocupación de cómo van a ser las cosas después del confinamiento. “No vamos a poder volver a la normalidad desde el momento cero. Habrá que reestructurar algunos de los servicios”, apunta.

La buena noticia, por ahora, es la ausencia de casos tanto en los usuarios como en los trabajadores, señala después de comentar que Alzheimer León ha ofrecido desde el inicio de la crisis sanitaria sus instalaciones “si se requerían y personal que pueda colaborar, si es necesario, por nuestra experiencia con mayores”.

A Flor de Juan las consecuencias de la pandemia le llevan a reflexionar sobre el dramático protagonismo de los más débiles. “El mayor decaimiento en nuestras filas es este mecanismo de etiquetado al que hemos ido en nuestra sociedad; las personas mayores y con patologías crónicas no pueden ser prioritarias y no se les atiende en igualdad. Nuestra lucha es reforzar el cuidado y plantear los derechos de las personas con demencias porque nuestro usuario dentro del sistema no es prioritario, gris o negro”, explica.

Por eso, añade, “mentalmente es muy duro asimilar que con todo lo que habíamos avanzado… para la organización y para las familias. La realidad te enfrente a que hay que elegir entre gente. Nuestra preocupación, por cómo afecta a las personas mayores y, dentro de ellas, a las más indefensas, que dependen de un tercero”.

Después de haber alcanzado el llamado ‘estado del bienestar’, plantea, ahora todo está en un paréntesis. “Esperamos que cuando lo podamos vencer volvamos a ser una sociedad comprometida con nuestros mayores, con esas personas que nos han permitido llegar a donde hemos llegado, Qué menos que velar por ellos, que son la mayor joya que tenemos”, afirma.

Reclama en una mezcla de deseo, dolor y ruego “que no nos olvidemos de ellos, que siguen formando parte de la sociedad. Que la vuelta a la normalidad no nos deje muy tocados. Dicen que va a haber cambios… esperemos que esos cambios no olviden a las personas. Que no nos deje una una frialdad instaurada. Que nuestros mayores sigan siendo importantes en la sociedad”.
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