Alrededor de las nueve de la mañana de ayer domingo aterrizaba en la base de Torrejón de Ardoz el avión del Ejército del Aire en el que desde Turquía viajaron los tres informadores y personal de distintos ministerios. En la misma pista esperaban familiares y la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, quien fue la encargada de coordinar los trabajos para el regreso de Pampliega, Sastre y López.
Durante los tres primeros meses de cautiverio estuvieron juntos, luego fueron separados sin saber qué había sido de Pampliega Los tres han permanecido secuestrados desde julio del año pasado; sus raptores les apresaron en las inmediaciones de Alepo, una de las ciudades más devastadas por la guerra civil que asuela el país y en la que se encontraban los periodistas para cubrir las consecuencias del conflicto. Los tres eran ‘free lance’ y colaboraban con distintos medios para narrar los efectos de una guerra más, ya que Pampliega, Sastre y López han cubierto varias en los últimos años en distintas partes del mundo. El sábado, una vez liberados, y ya en Turquía, desde donde partió el avión del Ministerio de Defensa, un examen médico constató que se encontraban en buen estado y partieron rumbo a Madrid. En Turquía la vicepresidenta tuvo un primer contacto telefónico con los periodistas, y además, según fuentes próximas a la familia, el Rey les telefoneó ayer tras su llegada y les felicitó por su liberación.
El contacto que el sábado pudo tener la vicepresidenta se convertía ayer en abrazo cuando Pampliega, Sastre y López bajaron por la escalerilla del avión. Acto seguido, los familiares entraron en la pista para recibirlos, algunos de ellos sin poder contener la emoción.
Según relataron, prácticamente el 90 por ciento de su tiempo de cautiverio lo han pasado en habitáculos cerrados, si bien, han dicho, los secuestradores les trataron bien. Desde una cafetería de Madrid, reconocían que no han sabido en ningún momento en qué lugar han permanecido raptados durante diez meses. Según su relato, han estado en al menos seis casas, siempre encerrados en habitaciones de las que únicamente salían, y sólo en contadas ocasiones, para dar paseos por un patio. Dentro hacían ejercicio para, al menos, escapar del aburrimiento.
A lo largo de tres meses, los primeros, estuvieron juntos, pero al cabo de ese tiempo los raptores decidieron separar a Pampliega, en tanto que López y Sastre atravesaron uno al lado de otro el tiempo de cautiverio. Hasta ayer, cuando fueron liberados, ninguno tuvo conocimiento del estado de Pampliega.
Pasado lo peor, los tres periodistas declaraban que están bien de salud, aunque también algo «desbordados» por la situación. De momento, han elegido no ofrecer ruedas de prensa.
Alegrías por el regreso
A la satisfacción y el alivio por su liberación del sábado se unían este domingo las muestras de felicitación y solidaridad, como la del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, quien en su cuenta de Twitter colgó una foto con la salida del avión de los periodistas y escribía: «¡Bienvenidos!», trasladando su alegría a familiares y amigos, al igual que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que se congratulaba por este desenlace «feliz».
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, quien viajó ayer a Mérida para participar en la Fiesta de la Rosa, pedía a los asistentes a su acto que el primer aplauso lo dedicaran a los tres periodistas que acababan de volver a España. «Bienvenidos a casa», les dijo.
«Enhorabuena y solidaridad», trasmitía la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en Ourense para clausurar el congreso del PP de Galicia; mientras que desde Castilla y León, su vicepresidenta, Rosa Valdeón, trasladaba vía un tuit la enhorabuena por la noticia a la vez que confiaba en que «puedan recuperarse pronto con su gente» y «superar tan dramática situación».
La satisfacción ha estado muy presente en las reacciones de las asociaciones profesionales. La presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), Victoria Prego, se mostró «contentísima», una alegría que compartía su homóloga en la Federación de Asociaciones de Periodistas Españoles (FAPE), Elsa González.
J.M. López ha trazado una trayectoria profesional como periodista de guerra caracterizada por la denuncia de injusticias Ambas, no obstante, llamaban la atención sobre las condiciones en las que hacen su trabajo los periodistas que cubren conflictos armados. «Son tres periodistas precarios, con una vocación de hierro y que mantienen los valores del periodismo», afirmaba González.
José Manuel López, de León, ha trazado una trayectoria profesional como periodista de guerra caracterizada por la denuncia de injusticias, al igual que Pampliega, nacido en Madrid. Sastre comparte esta misma vocación, y de hecho, cuando fue secuestrado, era la segunda vez que se desplazaba a Siria.
En la provincia de León, además de la buena noticia celebrada y compartida por decenas de personas entre conocidos y amigos, en especial del fotoperiodista leonés, el alcalde de León, Antonio Silván, envió «un enorme abrazo» a los tres profesionales y a sus familias y amigos «ante la magnífica noticia de su liberación», por la que expresó «gran alegría». También el presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, trasladó su «alegría enorme» por la liberación en Siria del periodista y fotógrafo leonés José Manuel López y los otros dos periodistas.
El PP de Castilla y León envió «un abrazo muy fuerte» a las familias de los periodistas liberados en Siria, mientras que el coordinador de Ciudadanos en la Comunidad, Luis Fuentes, trasladó también a través de las redes sociales su «enorme felicidad» ante esta noticia y envió «un abrazo» a las familias. Igualmente el secretario general del PSOE de León, Tino Rodríguez, quiso dejar constancia de su «inmensa alegría» por esta noticia tan esperada en los últimos meses.