Felipe VI visita la planta más moderna de Campofrio en el mundo

La Nueva Bureba cuenta con 20.000 rociadores para evitar que pueda producirse otro incendio en las instalaciones

Ical
23/11/2016
 Actualizado a 16/09/2019
El rey Felipe VI visita las instalaciones de la nueva fábrica de Campofrío. | ICAL
El rey Felipe VI visita las instalaciones de la nueva fábrica de Campofrío. | ICAL
El rey Felipe VI visitó la que, con seguridad, ya es la planta más moderna de Campofrío en Europa y en el mundo. Un moderno y avanzado complejo fabril apodado como ‘Proyecto Fénix’, y que es una realidad tras 24 meses de trabajo y una inversión global de 225 millones de euros. La Nueva Bureba se sitúa en el mismo lugar en el el que durante décadas se situó la planta calcinada, y donde “de forma gradual” irán regresando todos los trabajadores de la fábrica calcinada, alrededor de 600.

Hace apenas unos semanas la compañía confirmó la finalización de los acabados interiores de la mayor parte de los edificios, así como de todos los saneamientos de la planta, “preparados ya para su enganche a la red pública”. Avances a los que se han sumado en las última semanas el acabado del pavimento industrial y buena parte del panelado, así como el cierre del edificio 3 y del espacio de control de accesos.

En las últimas semanas, las labores se han concentrado en la instalación de toda la maquinaria de la planta tres así como de la instalación de los sistemas de protección contra incendios, además de la ejecución de los trabajos de urbanización y puesta en funcionamiento de la depuradora y los sistemas de frío y calor ubicados en el edificio de servicios generales.

En la jornada de ayer se culminaron los trabajos en una fachada en la que prima el “rojo” de la compañía y en la que se leen las letras de la famosa cárnica. Una realidad a la que se ha sumado la instalación de las líneas en la zona de cocidos y de empaquetado donde ya se realizan las pruebas industriales previas a las labores de comienzo de la producción, previstas para comienzos del año 2017.

24 meses de trabajo


El pasado 16 de noviembre, se cumplieron dos años del incendio que calcinó la planta burgalesa de La Bureba. De toda la producción de Campofrío en España, el 80 por ciento dependía de la planta inaugurada en el polígono de Gamonal-Villayuda en 1993 por el Rey Juan Carlos. De ahí que una de las primeras decisiones de los responsables de la cárnica fuera estudiar “el traslado” de la línea de cocidos a puntos cercanos como Soria, Valencia o Extremadura.

De este modo, comenzaron a producirse las primeras recolocaciones de más de un centenar de empleados de Burgos en distintos puntos de España al tiempo que desde la dirección se aseguró el “mantenimiento de todos los puestos de trabajo”. De forma paralela se gestionó un Expediente de Regulación Temporal de Empleo para asegurar la supervivencia de la “familia Campofrío” en Burgos.

En total, de los 891 puestos directos de La Bureba, apenas tres días después de la tragedia se había conseguido recolocar al 13 por ciento, 118 trabajadores. Hoy en día hay 159 empleados distribuidos en las plantas de Madrid, Torrente (Valencia), Ólvega (Soria) y Torrijos (Toledo), además de en el matadero de Carnes Selectas de la capital burgalesa.

Máxima seguridad


La nueva fábrica de Campofrío dispone de 20.000 rociadores instalados alrededor de 70 kilómetros de tuberías para evitar que pueda producirse un incendio como el que calcinó la fábrica hace dos años. Así lo aseguraron fuentes de la compañía, que indicaron que además se han construido calles de 10 metros para separar cada uno de los cinco edificios y evitar que el fuego pueda propagarse si llegase el caso.

De este modo, la Nueva Bureba cuenta con todos los estándares de seguridad y con un nivel “muy superior” de protección al exigido en aras a evitar una catástrofe como la que en noviembre de 2014 redujo a cenizas la planta más moderna de Campofrío.