Felipe Vélez: "Una vez te haces con el texto te das cuenta de lo potente que es"

Tras el estreno nacional de ‘Nostalgia del agua’ llevado a cabo el pasado 18 de febrero en el Teatro Latorre de Toro por parte de la compañía ThreeR Teatro y bajo la dirección del zamorano José María Esbec, la obra escrita hace dos décadas por el director del Centro Dramático Nacional, Ernesto Caballero, nunca antes representada, llega este jueves al Auditorio Ciudad de León en única función a las 21:00 horas con entradas a 10 euros. Cuenta la historia de dos ancianos (Teresa del Olmo y Felipe Vélez) que se congregan de manera reincidente en un pantano para captar la vida de la que carecen en su cotidianeidad y, por ello, acuden al agua, al recuerdo, para dotar de sentido los espacios íntimos del alma.

‘Nostalgia del agua’ sin duda evocará en el público que acuda este jueves al Auditorio el recuerdo de los pueblos anegados por el embalse de Riaño Con la obra en fase de crecimiento, como gusta decir a su protagonista masculino, el actor conquense Felipe Vélez, que cuenta con una larga experiencia en teatro, cine y televisión, ‘Nostalgia del agua’ sin duda evocará en el público que acuda este jueves al Auditorio el recuerdo de los pueblos anegados por el embalse de Riaño. "La verdad es que sí porque en la función también hay un pueblo anegado por las aguas de un pantano, alguien atrapado ahí y unas personas que están unidas a ese muerto. La obra habla de muchas cosas que tienen que ver con el misterio y con el agua. Por otra parte, tuve ocasión de conocer Riaño, meses antes de que quedara anegado por las aguas del embalse, durante el rodaje de ‘Luna de lobos’", señala el veterano actor conquense, para quien en esta función «se habla todo el tiempo de lo que pasa por arriba y por debajo de este elemento fundamental para la vida que es el agua. Por arriba serían los reflejos, el sonido, y por debajo todo un misterio que me parece apasionante», subraya Vélez, que califica el texto de Ernesto Caballero de "difícil" y en el que se puede apreciar un cierto paralelismo con el clásico ‘Esperando a Godot’, de Samuel Beckett. "Los motivos por los que ha tardado veinte años en representarse los desconozco, pero se trata de un texto con un lenguaje un tanto complejo que cuando uno lo domina descubre que es muy potente".

El azar  ha querido que la obra de Ernesto Cabellero se represente en la actualidad por parte de dos compañías, la que aquí nos ocupa, ThreeR, y Teatro del Duende, que bajo la dirección de Jesús G. Salgado protagonizan Manuel Galiana, Marta Belaustegui y Natalia Fernández. A Vélez le parece un tanto extraña esta circunstancia y tampoco quiere entrar en el asunto porque, asegura, "no me compete a mí pronunciarme". Sí tiene claro sin embargo que la función se encuentra todavía en fase de crecimiento tras el estreno el pasado mes de febrero en Toro y mañana jueves con una segunda representación en el Auditorio de León. "En Toro no sabíamos lo que iba a pasar y la obra tuvo una acogida extraordinaria, por lo que ahora solo cabe esperar que la función siga creciendo", señala el veterano actor conquense, que nunca antes había actuado en el Auditorio, aunque conoce León porque su mujer es de la localidad maragata de Lucillo de Somoza.

En el caso de Teresa y mío somos dos personas ya con una edad, hay experiencia a cuestas y eso se nota en las voces, en el carácter de nuestros físicos, y pienso que eso juega a favor de la función Que la representación de ‘Nostalgia del agua’ recaiga en solo dos intérpretes "no hace más fácil el trabajo", destaca Vélez, para quien una de las premisas del trabajo actoral es que "uno depende siempre del otro, se retroalimenta del compañero y siempre es más interesante poner atención en el otro que en ti, porque cuando estás muy en ti se te olvida la misión principal de este oficio que es transmitir. En el caso de Teresa y mío somos dos personas ya con una edad, hay experiencia a cuestas y eso se nota en las voces, en el carácter de nuestros físicos, y pienso que eso juega a favor de la función", opina el actor conquense, que considera que la puesta en escena también juega un papel importante. "Chema ha pretendido hacer algo poliédrico, que no sea un estilo único sino teatro moderno", señala Vélez, que en este sentido quiere destacar el extraordinario trabajo realizado en la escenografía por Jara Martínez Valderas y en la creación de un espacio sonoro y visual por parte de Miguel Álvarez. "Realmente uno tiene la sensación de asistir a un montaje moderno, donde juegan muchos elementos, que es algo que me interesa muchísimo".

Otro proyecto que en mayo le traerá de nuevo a León es el rodaje del cortometraje ‘Amancio, vampiro de pueblo’, el proyecto que se encuentra actualmente en campaña de ‘crowdfunding’ que lideran Alejo Ibáñez y Josu Ortíz. "Me atrajo del proyecto que es bueno y nada convencional. No se ha ido a buscar lo anecdótico y el cliché, sino que detrás de este vampiro de pueblo hay muchas lecturas. Hay poética en la historia y tanto Alejo como Josu conocen bien el fenómeno de la despoblación de las zonas rurales".