Isabel Mijares, fallecida este domingo en Madrid a los 81 años, no solo era una enóloga de gran prestigio en el mundo del vino; había sido además la gran pionera de la enología en España y la primera mujer en dirigir un Consejo Regulador, concretamente la Denominación de Origen Valdepeñas, cuyo ayuntamiento mostró ayer sus condolencias. Tenía la fallecida, extremeña de nacimiento (de Mérida), fuertes vínculos con León, ya que su madre era leonesa y ella misma inició su prestigiosa carrera trabajando en bodegas de Villafranca del Bierzo, siendo con ello la primera mujer en dirigir una bodega en España, la de Palacio de Arganza en la villa berciana. Además, fue la primera especialista en vinos en ingresar en la Academia de Gastronomía.. También fue una habitual de la Casa de León en Madrid, ‘la embajada’ de los leoneses en la capital de España.
Esta gran pionera de la enología fue, asimismo, una mujer que logró con gran tesos ir abriendo caminos a lo largo de toda su vida. Estudió Químicas en la Universidad Complutense de Madrid en 1959 e, incluso antes de terminar la carrera, decidió seguir preparándose en otros ámbiitos en paralelo. Para ello, presentó su candidatura en el Instituto del Perfume en París y en el Instituto de Enología en la Universidad de Burdeos. Fue aceptada en ambas, pero se decantó por la segunda de ellas y ya ‘quedó’ para siempre vinculada al mundo del vino. En 1967 consiguió una beca del gobierno francés y se fue a estudiar enología. Tras licenciarse, colaboró estrechamente con Émile Peynaud, el llamado ‘padre de la enología moderna’. Y a partir de este encuentro, comenzó una carrera repleta de éxitos, aunque superando muchos obstáculos, que superó con gran inteligencia y mucho tesón.