Es uno de los grandes reclamos turísticos de la montaña central leonesa, una de las paradas obligadas para los que visitan la comarca del Curueño. La cascada conocida como Cola de Caballo o de Valdecésar, situada ente Valdepiélago y Nocedo, en plenas Hoces de Valdeteja, presenta estos días una estampa especialmente espectacular.
Es hermosa en cualquier época del año, llegando a congelarse en ocasiones durante los meses de invierno, refrescante en verano y siempre llamativa, pero el agua caída a lo largo de las últimas semanas ha hecho que el caudal sea más cuantioso y que se convierta en un espectáculo que concentra a numerosos amantes de la naturaleza.
Con tal cantidad de agua, resulta complicado acercarse, por lo que se recomienda mantener la conveniente distancia de seguridad, ya que en ocasiones la fuerza de la cascada arrastra piedras que pueden suponer un peligro para los visitantes, algunos de los cuales realizan la preciosa ruta por el conocido como Bosque de las Hayas que, desde la localidad de Valdorria, llega a la parte superior, desde donde el agua cae a un pozo formado en la caliza a lo largo de los siglos.