Que los peatones pudieran circular por encima de las vías del tren a su paso por la calle Azorín en San Andrés del Rabanedo es una demanda histórica de sus vecinos, que debían bajar y subir las escaleras que conectaban el único tramo de acera disponible, en el punto más alto del paso o bien dar la vuelta hasta el puente de Trobajo (tras años con el ascensor de la calle Limonar de Cuba estropeado), lo que suponía una gran distancia.
El ayuntamiento de la localidad del alfoz incluía esta conexión en el plan de acerado que viene desarrollando desde el pasado año, si bien la solución no ha terminado de convencer ni a conductores ni a peatones. Y es que la circulación se ha reducido a un carril en cada sentido, lo que ha generado las quejas de los primeros, mientras que el espacio libre no se ha utilizado para colocar una acera, como pedían los segundos. La solución de instalar una zona de cemento pintado separada de la circulación por unos bolardos no ha terminado de convencer ni incluso ahora, cuando ésta ya se puede ver.
Y es que la 'senda verde' que ahora conecta la rotonda de los Donantes de Sangre, frente a la comisaría de la Policía Nacional, con la rotonda del Ayuntamiento de San Andrés, ya está presente aunque no finalizada. Si bien las obras debían acabar con el mes de abril, estas se han retrasado y aún queda instalar los separadores anunciados. Los vecinos esperan igualmente que se remate la vía, para convertirse en un espacio más humanizado, ya que incluso se han dejado a ambos lados el asfalto del carril ocupado y las marcas viales.
Por el momento, en la zona continúan las barreras provisionales que se instalaron a finales del mes de febrero para realizar la obra, a la espera de tener el resultado definitivo de los trabajos y que los vecinos puedan emitir así, una opinión definitiva sobre el proyecto.