El pasado 6 de mayo, el astronauta leonés Pablo Álvarez se embarcaba en el velero noruego 'Statsraad Lehmkuhl' en lo que definía como "una aventura" que no es otra cosa que una preparación más para su futuro viaje al espacio como miembro de la Agencia Espacial Europea.
Hoy, ya bordeando las costas españolas en busca de Niza, donde el próximo 3 de junio desembarcará tras un mes navegando, Álvarez ha hablado sobre su experiencia en un barco que acoge a estudiantes y ponentes que estudian, como él, el planeta, desde diferentes perspectivas.
"Mi principal objetivo aquí es aprender sobre el océano", asegura Álvarez, que trabaja en diferentes grupos de investigación en un trabajo que, desde otro lugar, se hace también en las estaciones espaciales: "La Agencia Espacial Europea tiene uno de los sistemas de satélites ma´s avanzados y sirven para monitorizar diferentes variables del planeta tierra, pero especialmente de los océanos, que nos permiten saber más sobre cuestiones como el cambio climático y cómo impactan nuestras acciones en él, estar aquí nos permite tener más profundidad en los datos que se obtienen desde arriba, es importante tomar datos in situ y compararlos con los que se obtienen desde esos satélites, lo que se ve ahí arriba tiene que estar conectado con lo que está pasando aquí abajo".

En el barco navegan futuros oceanólogos, expertos en clima y profesionales como Pablo en una suerte de entrenamiento cruzado que sirve para crecer en la que será su labor. En ese sentido, reconoce la similitud entre embarcarse en un velero durante semanas o meterse en una estación espacial: "En realidad es la primera vez que formo parte de una expedición como tal, estando aislado del resto del mundo y es interesante aprender sobre el comportamiento humano en estas situaciones, tanto en la parte social como en cuanto a cómo reaccionan diferentes personas a diferentes situaciones de estrés". Así, afirma que "es comparable a cuando se viaja al espacio, quizás los primeros días no te encuentres muy bien, sientas náuseas, pero tienes que trabajar y rendir y eso también se puede ver aquí".
Las tormentas apunta a que son los momentos más complicados "y aunque ahora luce el sol no siempre ha sido así en la expedición, pero estoy aprendiendo mucho de toda la gente a bordo y disfrutando".