En 2040 un tercio de los habitantes de Ponferrada tendrá más de 65 años

La capital berciana tiene ante sí un reto descomunal, revertir un envejecimiento que provoca que ya en la actualidad una de cuatro personas pertenezca a la tercera edad

A. Cardenal
24/03/2019
 Actualizado a 18/09/2019
Imagen de archivo de ancianos en un centro de día. | ICAL
Imagen de archivo de ancianos en un centro de día. | ICAL
Ponferrada se ha convertido en una ciudad cada vez menos poblada y cada vez más envejecida. Si bien la capital berciana no es ajena a un comportamiento demográfico que se reproduce en todos los países desarrollados, la falta de oportunidades a nivel económico en la comarca para los jóvenes que, cada vez más, se ven obligados a buscar oportunidades laborales lejos de casa, acentúa esta tendencia.

Tal y como refleja el portal estadístico del Ayuntamiento, en Ponferrada, a fecha de 2018 –los últimos datos disponibles– hay más vecinos mayores de 65 años que menores de edad. Y es que en la actualidad, una de cada cuatro vecinos de Ponferrada pertenece a la tercera edad, 15.074 personas, un 23% de la población total.

Este envejecimiento supone también el estrechamiento de la pirámide poblacional de la capital berciana en su base. Así, son 10.757 menores de 18 años censados a 1 de enero de 2018, casi 5.000 menos que los mayores de 65.

Estas cifras arrojan un futuro peligroso si no se llevan a cabo políticas efectivas tanto para fomentar la natalidad como para que a nivel económico, las familias tengan alternativas laborales y sociales para poder prosperar en Ponferrada.

Y no es futuro lejano. Teniendo en cuenta que la esperanza media de vida actual en España es de 82 años, en 2040, dentro de solo veinte años, la capital berciana puede llegar a registrar una pirámide invertida: La mayoría de su población será mayor de 40 años y los niños y adultos en edad de formar una familia serán un porcentaje escaso.

Y es que en dos décadas, los que ahora tienen entre 40 y 60 años, el grupo más numeroso en la actualidad, serán amplia mayoría y en circunstancias normales, dados los continuos avances en materia sanitaria, tenderán incluso a vivir más que las generaciones actuales.

Así, en ese plazo y sin un relevo generacional necesario, los mayores de 65 años serán más de un tercio de la población total de la capital berciana, que se convertirá en una ciudad de pensionistas, lo que conllevará también un descenso brusco de la actividadcomercial, inversiones y emprendimiento, una peligrosa bola de nieve que sin medidas correctoras, no hará más que crecer.

Preocupación política


En la entrevista concedida a este diario, el candidato del Partidos Socialista a la alcaldía de Ponferrada en las próximas elecciones municipales, Olegario Ramón, ya apuntó la «necesidad» de adaptarse a la nueva tendencia demográfica.

Y es que el envejecimiento y el incremento de la población anciana obligará a aumentar de forma importante tanto las instalaciones como los servicios dedicados a la atención de la tercera edad, una fuente de empleo que en cualquier caso no paliará la progresiva pérdida de población debido al aumento de la mortalidad y la baja natalidad, tendencias que a diferencia de lo ocurrido durante la época de bonanza económica, no serán paliadas por la inmigración.
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