El whatsapp contra el tabú sexual

El Consejo de la Juventud y Aspaym ponen en marcha un chat para despejar posibles dudas sobre el sexo y sus implicaciones sociales

D.L. Mirantes
01/08/2016
 Actualizado a 04/09/2019
El número del servicio de asesoramiento ‘Consexos’ es el 625 476 745. | L.N.C.
El número del servicio de asesoramiento ‘Consexos’ es el 625 476 745. | L.N.C.
Aspaym y el Consejo de la Junvetud de Castilla y León se han aliado para tratar de paliar la falta de asesoramiento sexual «directo y profesional» a la que se enfrentan muchos ciudadanos y aclarar también las dudas generadas por el exceso de información en los medios de comunicación e Internet. Con el objetivo de cubrir este vacío, ambas instituciones han puesto en marcha un sistema de asesoramiento gratuito a través del whatsapp, Consexos, que está operativo los viernes y los sábados de 20:00 a 00:00 horas y los domingos de 17:00 a 00 horas en el número 625 476 745.

Al otro lado de la pantalla se encuentra un equipo de sexólogos profesionales que intentan resolver de forma anónima dudas sobre sexo y conductas «sociales» relacionadas con el sexo. El asesoramiento abarca temas que van desde las dudas sobre las primeras veces, anticonceptivos, píldoras postcoitales o el dolor hasta las disfunciones sexuales con eyaculación precoz o disfunción eréctil sin olvidar consultas sobre violencia, rupturas, infidelidades o diversidades sobre si lo que uno es, siente, desea, imagina, piensa o hace es norma/anormal, sano/malo, natural/perverso. Para ello, el servicio cuenta con cuatro personas queda cada fin de semana se turnan el móvil con una coordinación que ejerce la directora de la clínica Hedner y codirectora del master de Sexología Sustantiva de la UEMC, la doctora Rosa Montaña, para saber si ha habido una dificultad que requiera seguimiento más allá de ese fin de semana con nuevos contactos.

El funcionamiento del sistema es sencillo. «Les permitimos que nos hagan la pregunta y entonces vamos preguntando para que nos den las necesidades para poder responder lo mejor posible y sobre eso vamos trabajando», explica Montaña. Precisamente la sencillez ha sido una de las claves del servicio y uno de los objetivos que perseguía el Consejo de la Juventud para desarrollar Consexos. «Pensamos que utilizar la misma tecnología que usan los jóvenes y darle anonimato era la mejor forma para llegar al usuario y para que se sienta cómodo», explica el Presidente del Consejo de la Juventud de Castilla y León, Roberto López, que espera que el programa funcione y se mantenga más allá de este año.

No obstante, lo que no es sencillo es dar respuestas, puesto que tienen que ser individualizadas. Por ello «no hay un protocolo específico porque en temas de los sexos no hay A+B». Unas dificultades que hacen que de las 25 o 30 sesiones registradas cada fine semana unas se resuelvan con dos o tres mensajes y otras duren hora y media. «Porque pueden tener más dudas y les puede generar más ansiedades», ilustra la coordinadora. «No es lo mismo el saber si tienen que ir a un centro de salud para pedir o comprar la píldora postcoital o si tienen alguna duda de orientación sexual, para lo que necesitamos hacerles alguna pregunta más».

Precisamente, una de las claves del programa radica en lo amplio del servicio, que no solo se refiere a prácticas sexuales, sino también a una parte «más social», reconoce López. Entre el público se detectaron tanto problemas de sexo como «una parte muy importante de parejas tóxicas» y problemas como, por ejemplo, los derivados de los «nuevos controles» en las redes sociales por los «celos».

Para todo ello se ofrece asesoramiento, pero nunca se hacen terapias ni se medica. Aunque «si fuera necesario se derivaría al médico», ilustra Rosa Montaña. Lo que sea necesario para cubrir las grandes carencias que todavía existen en la sociedad en la que «no es fácil que hablemos de sexo, no porque hablemos de erótica, sino porque nuestra propia relación a nivel moción social todavía generan vergüenza, dificultad para hablar en público». Obstáculos que, a veces, solo se pueden salvar si hay «alguien que pueda atenderte sin miedo a que te puedan juzgar» como el whatsapp de Consexos.

Un servicio que para Rosa Montaña resulta «imprescindible porque no recibimos ningún tipo de educación sexual ni en colegios, ni en institutos ni en la universidad, entonces todos nosotros estamos en una placa madre en cero, en un ordenador sin codificar, para lo que necesitamos información y no es fácil obtenerla porque por mucho que te metas en Wikipedia o que preguntes a los amigos, ellos tienen otro tipo de formación distinta a la tuya».

A pesar de ello, en los servicios sociales «hay una modificación de la conducta para escuchar cada vez más al paciente en su demanda de la actividad sexual porque para que una persona se considera sana, según la OMS, debe estar sano física, psíquica y sexualmente». Esto obedece a una concepción social actual del sexo y lo sexual como fuente de riesgos y problemas, pero también como una construcción de cada persona, que se va matizando vivencia tras vivencia, a lo largo de cada uno de los días de su vida.
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