El tráfico sobre el Porma fue restablecido con normalidad

La obra en el viaducto supuso un desembolso de 3,6 millones

L.N.C.
10/08/2019
 Actualizado a 13/09/2019
Algunos de los primeros vehículos que transitaron en la tarde de ayer sobre el viaducto. | MAURICIO PEÑA
Algunos de los primeros vehículos que transitaron en la tarde de ayer sobre el viaducto. | MAURICIO PEÑA
Este viernes fue el primer día que el Ministerio de Fomento abrió al tráfico el puente reparado sobre el río Porma, en la localidad de Puente Villarente. El tráfico se restableció con normalidad a lo largo de la tarde, en un fin de semana en el que se espera que se produzcan un elevado número de desplazamientos en todo el país. Situado en el punto kilométrico 315 de la carretera N-601, en el término municipal de Villasabariego, su reparación ha supuesto una inversión total de 3,6 millones de euros.

Los vehículos circularon a lo largo de la jornada en ambos sentidos y ya fueron retirados los semáforos que han funcionado durante los meses que duraron las obras y que han supuesto bastantes quebraderos de cabeza por su funcionamiento a los vecinos de la zona que tenían que hacer uso de la carretera nacional de Puente Villarente. Del mismo modo, en los próximos días se llevarán a cabo las acciones de reparación y rejuntado de sillares, limpieza de la obra y acondicionamiento de las inmediaciones, todo ello sin que se produzcan nuevas afecciones al tráfico.

Los trabajos de reforma


La barandilla metálica que hacía las veces de sistema de contención del puente sobre el río Porma fue derribado en un accidente de tráfico que tuvo lugar en el mes de mayo de 2018 y, por ello, en el pasado noviembre se buscó dotar a este tramo de N-601 de un sistema que evitase la caída de vehículos al río en caso de accidente. Con este fin, los trabajos ejecutados en los últimos meses han reforzado el tablero, las pilas y la sillería del puente. De esta manera, se ha logrado dotar a la estructura de una plataforma con un metro más de ancho para el tráfico y un sistema de contención adaptado a la normativa vigente.

Después del accidente se optó por colocar un pretil metálico, de manera que se ha ubicado una losa de hormigón armado de 30 centímetros de espesor y 8,2 metros de anchura que cubre todo el viaducto apoyándose con piezas prefabricadas sobre la estructura de sillares del mismo, evitando así sobrecargar los voladizos. Durante las obras se aprovechó para realizar varias inspecciones como la extracción de testigos para conocer el estado de conservación, una campaña geotécnica de las cimentaciones y una inspección subacuática para conocer posibles socavaciones.
Lo más leído