Además, la facturación de la empresas instaladas ha pasado de algo más de 34 millones de euros a 51,5 y la inversión realizada se ha incrementado un 127,6 por ciento, hasta alcanzar los 117,9 millones. El único pero en este tiempo en el Parque Tecnológico de León, que entró en funcionamiento en 2005, fue la desaparición de tres empresas, que dejan el número actual en 19.
Por otra parte, el Parque Tecnológico de Boecillo (Valladolid), polígono donde se concentra buena parte de la actividad empresarial innovadora de base tecnológica de la Comunidad, continúa sin levantar cabeza. Desde el inicio de la crisis ha visto como, año tras año, se reduce la facturación de sus empresas, que desde 2009 ha caído casi un 21 por ciento, y como el empleo se ha reducido a la mitad, según Ical.
Pero la situación no es exclusiva de Boecillo, la Red de Centros Tecnológicos Asociados de Castilla y León ha visto cómo el número de proyectos de desarrollo puestos en marcha se ha reducido más de la mitad, y de los 672 iniciados en 2009 se pasó en 2014 a 332 (50,6 por ciento menos). Además, el empleo bajó un 27,1 por ciento, al perderse más de 200 puestos de trabajo; la facturación pasó de 32,1 a 19,2 millones (40,1 por ciento de descenso) y las subvenciones públicas lo hicieron en un 62,8 por ciento, hasta los 6,7 millones de euros.
Red de Centros Tecnológicos
La Red de Centros Tecnológicos Asociados está formada por el Instituto Tecnológico de Castilla y León (ITCL) en Burgos, especializado en la ingeniería de procesos y tecnologías de automatización; el Centro Tecnológico de Miranda de Ebro (CTM), dedicado a las tecnologías metal-mecánicas y servicios tecnológicos; la Asociación de Investigación Inbiotec, en León, centrado en el desarrollo biofarmacéutico y biotecnológico; la Fundación para la Investigación y Desarrollo en Transporte y Energía (Cidaut) y Cartif (Fundación Automatización, Robótica y Tecnologías de la Información y la Fabricación), ambos en Boecillo.
En el caso de este último, inaugurado en el año 1992, de los más de 467 millones de euros que facturaron las 141 empresas que estaban instaladas en 2009, se pasó a 367 millones procedentes de 108 compañías. Además, el número de puestos de trabajo generados se ha reducido en este periodo un 49,8 por ciento, al caer de los 5.745 puestos a los 2.884.
Además, la recuperación no parece llegar al parque vallisoletano, dado que con respecto a 2013 tanto el empleo (17,3 por ciento menos), como la facturación (13,5 por ciento de bajada) continúan sin presentar una evolución favorable. En el lado positivo sólo cabe reseñar que se instaló una empresa más. En el mismo caso se encuentra la Red de Centros Tecnológicos, ya que todos los indicadores han experimentado retrocesos con relación a 2013.