Durante el Consejo de Gobierno, Suárez-Quiñones habló de un fuego de carácter intencionado que cuenta con cuatro frentes. El principal, el norte, está “sin control” y se acerca a las localidades de Nogar y Robledo de Losada, que ya cuentan con un plan de defensa establecido para evacuar a la población si fuera necesario.
El presidente de la Junta estuvo este miércoles en el puesto de mando que coordina los trabajos de extinción del #IFLosadilla@emecyl112pic.twitter.com/TkQF8TdIPX
— Comunicación JCyL (@jcyl) 23 de agosto de 2017
En relación con los frentes sur, este y oeste, actualmente “no tienen llama y no avanzan”, pero admitió que son un “mar de rescoldos” y cualquier viento superior a 20 kilómetros por hora, que se prevé que se registren a lo largo de la tarde, “puede dar lugar a reproducciones”. “Lo peor son las horas que vienen a partir de mediodía, porque aumenta la temperatura y la velocidad del viento y distorsionan las labores de extinción”, sentenció el consejero.
En estos momentos en la zona se encuentran desplegadas 535 personas que trabajan a turnos y con los descansos oportunos y 21 medios aéreos “que no pueden actuar con normalidad” ante la presencia de un denso humo.
Por ello, abogó por mantener la “tranquilidad y serenidad” y aprovechó para agradecer la colaboración de los ayuntamientos y el trabajo del personal, “que desarrollan su labor en unas condiciones muy complicadas”.
El fuego ha afectado hasta el momento a una área de alto valor medioambiental de matorral, pero también matas de roble y repoblación de pino. No obstante, Suárez-Quiñones descartó que se haya calcinado grandes áreas de arbolado, pero sí alertó de que se trata de matorral “ya dañado por incendios anteriores, incluso quemados en este último invierno, al que no da tiempo a regenerarse”.